La labor realizada por el astrofísico y ufólogo Jacques Vallée en materia OVNI es admirable. El autor del
influyente ensayo Pasaporte a Magonia
(1969) nos deja artículos y libros de una calidad insuperable. Su rigor está
fuera de toda duda. Se ha preocupado, además, de ofrecernos algunos consejos metodológicos
muy valiosos. Por ejemplo, en el nº 1 de la revista Ciel insolite, publicada en 1969, escribió un decálogo destinado al
investigador OVNI que demuestra el empeño que puso para el tratamiento exhaustivo de los datos proporcionados por los testigos y de la información difundida por la prensa. A estas alturas, algunos de esos puntos pueden parecernos obsoletos y superados, puesto que hoy contamos
con herramientas más adecuadas que las existentes hace casi medio siglo, pero
sirven para ver cómo algunos ufólogos se han preocupado por hacer las cosas
correctamente, huyendo del morbo y la deshonestidad que, por
desgracia, han estado tan presentes en este resbaladizo terreno. He
aquí los diez puntos:
1º) Organizar un sistema de información de todas las noticias
concernientes a los OVNIs. Un sistema que nos permita un conocimiento rápido y
preciso de las circunstancias de cualquier observación, y sirviendo de base
para el estudio estadístico de los fenómenos.
2º) Examinar y mejorar los sistemas de codificación existentes actualmente
para la clasificación eficaz de un buen número de observaciones.
3º) Recopilar una bibliografía seria y completa de las observaciones
de fenómenos aéreos poco comunes, publicados por los hombres de ciencia de los
siglos XVIII, XIX y principios del XX.
4º) Compilar en orden cronológico todos los casos posibles de
observaciones anteriores a septiembre de 1939, principio de la Segunda Guerra
Mundial.
5º) Reunir las noticias precisas de foo-fighters observados sobre Alemania y el Pacífico durante la
Segunda Guerra Mundial. El único medio eficaz de reunir estas noticias es tomar
contacto con los veteranos de la guerra de todos los países.
6º) Traducir y reimprimir, en un orden cronológico exacto, todos los
documentos disponibles relativos a la oleada escandinava de 1946, que es poco
conocida.
7º) Organizar redes de estaciones de aficionados equipados con emisores
de onda corta para el conocimiento inmediato de las trayectorias de objetos
insólitos. Estas redes podrían, por otro lado, jugar un papel científico
importante para descartar meteoros y satélites. Sería recomendable concebir,
experimentar y fabricar una serie de registradores de perturbaciones
electromagnéticas que podrían ser repartidos y utilizados por estas redes a fin
de determinar la frecuencia de las variaciones insólitas del campo
electromagnético, lo que podría presentar un gran interés científico,
permitiendo establecer una vinculación entre estos fenómenos y el fenómeno
OVNI.
8º) Hacer un análisis crítico de los procedimientos de encuesta y de
los cuestionarios en uso en los diferentes países.
9º) Efectuar un estudio serio de los comportamientos sociales ligados
al fenómeno OVNI con objeto de establecer el carácter real o imaginario de un
peligro de "pánico" en la eventualidad de una actividad masiva de
OVNIs. Hacer una estimación del papel que podría ser desempeñado por las
agrupaciones de estudio de los OVNIs organizadas y competentes, y por las
autoridades gubernamentales en el caso de producirse una agitación de este tipo
amenazando el orden social.
10º) Reorganizar la investigación sobre el plan local en lo que
concierne a los OVNIs, en los países donde permanezca dormida o en peligro por
motivo de conflictos entre las personas. Hacer una lista mundial de las
organizaciones y publicaciones dignas de confianza que hayan hecho prueba de
intenciones sinceras y esfuerzos serios, conscientes, no derivando hacia el
sensacionalismo, en sus estudios de observaciones.
(Por Moisés)
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