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viernes, 13 de junio de 2025

TELEPSIQUIA Y PUERTA A LO DESCONOCIDO (Nuevo DOSIER de PARADIG+ XXI)

¡Nuevo DOSIER de PARADIG+ XXI! 

Rescatamos dos joyas de la divulgación paracientífica de los años 70: TELEPSIQUIA y PUERTA A LO DESCONOCIDO, dirigidas por Sebastián D’Arbó. 1.168 páginas repletas de fenómenos paranormales, ufología, esoterismo, espiritualidad y ciencias ocultas. Una época dorada del misterio que revivimos con este dosier exclusivo. ¡No te lo pierdas!

Enlace de descarga: TELEPSIQUIA Y PUERTA A LO DESCONOCIDO (Dosier PARADIG+ XXI)

miércoles, 4 de junio de 2025

COMPARTIMOS UN IMPORTANTE DOCUMENTO AUDIOVISUAL SOBRE LA ABDUCCIÓN DE JULIO F.

Ha llegado el momento de dar a conocer un documento audiovisual inédito sobre uno de los casos más emblemáticos de la ufología española: la presunta abducción de Julio Fernández —más conocido como Julio F.— ocurrida el 5 de febrero de 1978. 

Se trata de un vídeo de una hora y media de duración que había permanecido oculto hasta ahora. Lo encontramos entre las muchas cintas VHS que hace unos meses nos entregó generosamente Mary de Vicente —viuda de Ramos Perera Molina, fundador de la Sociedad Española de Parapsicología— durante una visita a su domicilio. Para nuestra sorpresa, entre aquel valioso material histórico se hallaba esta grabación completamente desconocida. Un hallazgo excepcional, por el que le estamos profundamente agradecidos. 

En el vídeo puede verse a Julio siendo interrogado en el domicilio del doctor Carlos Zurita por varios miembros de la Sociedad Española de Parapsicología. Esta parte ocupa aproximadamente la mitad de la grabación. Los siguientes 45 minutos recogen una sesión de hipnosis regresiva dirigida por José Luis Jordán Peña. Fue el propio Ramos Perera quien se encargó de grabar toda la reunión en vídeo.

MOMENTO DE LA HIPNOSIS A JULIO F. PRACTICADA POR JOSÉ LUIS JORDÁN PEÑA

Si analizamos a fondo el caso de Julio F., observamos que presenta notables discrepancias entre su relato consciente y lo expresado bajo hipnosis, especialmente en lo que respecta a los lapsos de tiempo perdido y a la secuencia de acontecimientos ocurridos dentro de la supuesta nave. Como es habitual en estos casos, bajo hipnosis afloraron detalles más dramáticos y elaborados que no estaban presentes en su testimonio inicial, lo que nos hace pensar en una posible construcción narrativa influida por expectativas previas o por el propio procedimiento hipnótico. Este es un aspecto fundamental a tener en cuenta. Como explica Antonio Ribera en su libro Abducción (Ediciones del Bronce, 1998), las hipnosis fueron realizadas por José Luis Jordán Peña, Ana Mozo (hipnóloga) y Jesús Durán (psiquiatra e hipnólogo clínico). “En ningún momento las declaraciones realizadas por Julio bajo hipnosis a estos tres especialistas fueron contradictorias entre sí, y se limitó a ir aportando cada vez mayor número de detalles de su asombrosa vivencia”, señala el padre de la ufología española. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿por qué no aportó esos detalles en la primera sesión? Además, sí se aprecian contradicciones entre las distintas hipnosis. En una, por ejemplo, afirma ver unas luces antes de ser llevado a la nave; en otra, asegura que ya estaba dentro cuando las vio. En una ocasión relata que fue examinado antes de que los seres le hablaran; en otra, que primero se comunicaron con él y después fue sometido a un examen. En una sesión dice haber sido “dejado suavemente” en el suelo, y en otra simplemente “despertó sin saber cómo había llegado allí”. Incluso varía en la sensación física tras la experiencia: en un relato afirma sentir frío, en otro asegura estar cubierto por algo. En otro momento, dice despertar en una camilla dentro de la nave; en otra versión afirma haber vivido todo en un estado semiinconsciente, como en un sueño. ¿Cómo interpretar tales inconsistencias? 

JULIO F. BAJO HIPNOSIS REGRESIVA

Es importante recordar que la hipnosis regresiva no es un método fiable para recuperar recuerdos auténticos. Puede inducir falsos recuerdos, sugeridos tanto por el entorno como por el hipnotizador. En el caso de Julio, su experiencia parece claramente influida —consciente o inconscientemente— por el imaginario ufológico previo. La descripción de los seres, los procedimientos médicos y las circunstancias de la abducción coinciden con elementos arquetípicos de dicho imaginario. En su momento, Vicente-Juan Ballester Olmos a quien agradecemos que nos prestara algunos documentos sobre dicho caso— ya advirtió de las sospechosas similitudes entre este suceso y otro ocurrido apenas unas semanas antes: “Concretamente, se asemeja mucho —incluso en el lugar de la observación— a otra abducción española, dada como falsa tras una profunda investigación: la del 18 de diciembre de 1977 en Tendilla, Guadalajara, que recibió gran publicidad”. Se refería al caso protagonizado por Miguel Herrero Sierra. Para Ballester, la conclusión es clara ante la falta de evidencias sólidas y las inconsistencias del testimonio: “Nuestra impresión personal es que se trata de un engaño”.

Una de las mayores incógnitas de este caso es discernir qué elementos fueron imaginados, cuáles inducidos durante la hipnosis, y qué papel desempeñó realmente Jordán Peña —recordemos que el caso contiene elementos sospechosamente similares al affaire Ummo—, quien, además, fue el primero en difundir públicamente la experiencia, durante su intervención en el programa La Clave (TVE, 20-04-79). Allí afirmó: 

“Desde hace unos días estamos examinando a un sujeto, a un señor, vamos a llamarle Julio, puesto que él todavía quiere que respetemos su anonimato, que por cierto va a ser la estrella invitada al próximo simpósium que se va a celebrar el 27 de abril en el Colegio Mayor Pío XII. Lo vamos a invitar realmente para que exponga su experiencia. La verdad es que ayer estuvimos sometiéndole a un proceso de sofronización, de hipnosis. Yo me quedé gratamente sorprendido en el sentido de que hasta ahora no hemos encontrado contradicciones en sus versiones. Quizá, lo más característico de este individuo es que yo lo he sometido a un psicodiagnóstico, lo he sometido a un estudio psicológico, y realmente presenta los rasgos —vamos a llamar el perfil— de un individuo normal, sin rasgos psicóticos; no aparece el perfil típico de un paranoico o fabulador. Es decir, es un individuo normal. He de decir que, si miente, es un fabulador extraordinario, lo hace maravillosamente”. 

JORDÁN PEÑA PRESENTANDO EL CASO JULIO F EN 'LA CLAVE' (TVE, 20-04-79) 

Cabe recordar que el caso le llegó directamente a Jordán Peña. Tras una conferencia sobre el tema ovni, se le acercó Manuel Fernández, hermano de Julio, para hablarle de la experiencia. En la cita acordada en una cafetería, se presentaron ambos hermanos. Sobre este detalle, preguntamos al investigador José Juan Montejo, experto en el caso Ummo. Su respuesta es muy reveladora: “José Luis Jordán Peña aseguró, en declaraciones que hizo en los años 2000, que la regresión que hizo a Julio con público (se supone que la del Colegio Menesiano) fue amañada entre ambos con detalles del tema Ummo sugeridos por Peña, y que él mismo descubrió que la historia era inventada en la primera entrevista que mantuvo con Julio. Aunque el caso se limitase a este origen fraudulento, las declaraciones de Jordán por sí mismas no serían fiables dado su perfil manipulador y las lagunas sufridas a consecuencia de su enfermedad. Sin ir más lejos, en una entrevista que le hice en 2013 con David Cuevas, parecía haber olvidado por completo el papel en la historia de Manuel F, hermano de Julio”. Y me aporta otro dato: “En mi opinión, la línea expositiva del caso seguida por Antonio Ribera vía José Antonio Campaña (cuyo informe se limitó a transcribir casi al completo) dejaba mucho que desear, porque se mezclaban la entrevista o entrevistas en estado consciente a Julio, con fragmentos de las regresiones hipnóticas realizadas por varias personas, presentadas además sin un orden cronológico y faltando las fechas de algunas”. 

En marzo de este año tuvimos la ocasión de hablar en profundidad sobre este caso con el periodista Enrique de Vicente, gran conocedor del mismo —en su día interrogó a Julio F. para la revista Contactos Extraterrestres, que él dirigió a finales de los años 70, y formó parte de un grupo de estudio de dicho caso—. La entrevista a Enrique la subiremos pronto a nuestro canal de Ivoox ‘Fonoteca de lo Insólito.’ Enrique otorga validez al caso y considera que es más complejo de lo que aparenta. Está convencido de que existe un trasfondo real. 

ENRIQUE DE VICENTE ENTREVISTANDO A JULIO F.

No deja de llamar la atención que Julio afirmara haber mantenido numerosos contactos mentales con esos seres durante los veranos de 1978 y 1979, según recoge el informe del investigador José Antonio Campaña. “Las hipotéticas comunicaciones —escribe— se producían solo de mayo a septiembre, siempre por la noche y cuando estaba tranquilo, siendo su interlocutor el individuo que le acompañó en la nave. Según Julio, los contactos eran brevísimos, recibiendo grandes bloques de información, como sucediera a bordo”. Y añade que aquellos seres “procedían de un planeta lejano que sufrió una catástrofe ecológica. Ahora subsisten enterrados en el subsuelo y vienen a la Tierra con fines científicos, así como para recolectar especies animales y vegetales, en su intento por reconstruir una biosfera contaminada”. En cuanto a sus creencias religiosas, “practicaban un monoteísmo centrado en la figura de un Mesías muy similar a nuestro Jesucristo”. Estas connotaciones contactistas levantan, sin duda, serias sospechas. También Montejo lo considera así: “En un caso tan poliédrico y enrevesado como éste se hace difícil emitir un juicio: no sólo estamos ante un episodio de presunta abducción, sino ante supuestas experiencias de contacto posteriores que Campaña recogió en su informe, pero Ribera omitió tal vez porque pensara que las derivas contactistas del caso le restarían credibilidad... Parece ser que tales derivas se prolongaron en el tiempo y mantuvieron hasta el final de Julio y su hermano Manuel, fallecidos de modo repentino en poco margen de tiempo. Una continuación poco o nada conocida, que arroja más sombras de sospecha a un suceso complejo de por sí”, nos aclara. 

El 27 de febrero, Gema Lozano —especialista en el caso Ummo y estudiosa del fenómeno ovni— nos visitó para visionar el vídeo. Tras verlo, nos comentó que percibía sinceridad en el testimonio de Julio, y se mostró sorprendida por sus reacciones fisiológicas bajo hipnosis: el brusco aumento del ritmo cardíaco, que pasó de 50 a 100 pulsaciones en pocos segundos, entre otros signos. Nos dijo: “Yo doy un 99% de que la experiencia que dice haber vivido este hombre, la ha vivido”. Y reconoció que “los signos que está describiendo Julio F. tienen cierta relación con ciertos signos del alfabeto ummita, pero eso no quiere decir que Jordán Peña haya influido en la mente de este señor”. Curiosamente, en la sesión hipnótica realizada por el doctor Jesús Durán el 22 de febrero de 1980, la voz de Julio cambió, volviéndose más gutural y profunda. Y comenzó a pronunciar vocablos como AUWAA, DEIOO, AIDOWAA, AIDIIA… En el informe leemos: “El conjunto de sonidos se ajusta a la descripción realizada por Julio, durante el verano de 1979, sobre la conversación escuchada en la nave (lenguaje monosilábico que recordaba al alemán por lo gutural y rico en sonidos semejantes a ladridos: UAA). También se aprecia cierta dificultad en la modulación, referida igualmente por Julio. Las palabras parecen expelidas por el diafragma en vez de articuladas por las cuerdas bucales. Por último, el idioma presenta una semejanza desconcertante con los términos recogidos en el diccionario ummita de Antonio Moya Cerpa” (El misterio de Ummo, Antonio Ribera). 

ASPECTO DE LOS HUMANOIDES

El 5 de abril nos reunimos con varios miembros del Centro de Investigaciones Metapsíquicas (C.I.M.) de Alicante, veterano grupo encabezado por Paco Azorín y Elvira Clemot. Emitimos el vídeo íntegro en su local de reuniones, y después mantuvimos una distendida tertulia. Hubo opiniones divididas respecto a la autenticidad del caso. Muy interesantes fueron las observaciones de Manuel Francisco Ortín Botella, especialista en hipnosis, quien comentó el momento en que Julio describe la escena de la bola flotante y los cables que se introducen en su cuerpo: “Se altera, y los globos oculares entran en una especie de movimiento reflejo, cosa que no ocurre en el resto de la hipnosis. También aumentan las palpitaciones y el pulso. Su respiración se altera justo entonces”. Añadió que algunas preguntas parecían inducir respuestas, y que más que una hipnosis profunda, le pareció un estado de relajación. “Creo que revive algo —dijo—, algunas situaciones que él asimila como reales, y eso es lo que le provoca esas alteraciones fisiológicas”, aunque no descartó que se dieran también elementos fabulados. 

Finalmente, consultamos sobre este caso a Pedro Canto, veterano ufólogo y autor de Visitantes de dormitorio. El contacto sexual con extraterrestres (Temas de Hoy, 1994), una obra de referencia en el estudio de las abducciones. Su reflexión es elocuente: 

“Julio F. es el caso que todo aficionado usa para afianzar la evidencia del contacto físico entre el hombre y los extraterrestres. Es tan perfecto que incluso incluye un perro y, claro, donde hay un animal, no puede existir fraude… Yo resaltaría el nulo interés del testigo por hacer dinero de su experiencia, y haber ocultado su identidad siempre. Pero al mismo tiempo, este detalle induce a pensar que siempre hubo un trasfondo. Una doble intención, quizá más elevada, predestinada a influir en el oyente o apasionado. La relación con Jordán Peña es evidente en tanto es el mismo Jordán Peña quien la desvela. Y la relación con Ummo es también evidente en tanto en la obra de Antonio Ribera se encuentra el ánimo de enfocar esa posibilidad. Ribera y Rafael Farriols eran buenos amigos de Peña y… si queremos encontrar fraudes, toda la situación se presta a conjeturar alianzas y malas artes en una época en la que, quien movía la información, era el que cortaba el bacalao en nuestro país. Me gusta observar todo este tema desde la distancia, porque nunca llegué a conocer a Julio. Hoy parece que observamos con cierta adoración a los que se mostraron como mentirosos compulsivos en el pasado, y consideramos verdades indiscutibles lo que ahora dicen ante nuestros micrófonos. No sé por qué, un embaucador es más creíble cuando confirma nuestras sospechas en contra de su propia reputación, a pesar de sufrir enfermedades que limitan sus recuerdos y no aportan evidencias inapelables de sus propias palabras. Si tuviera que decantarme por la posibilidad del fraude, no dudaría en postular que Julio F. fue un instrumento en manos de dos titiriteros, y no solo de Jordán Peña. Quizá tres”. 

INTERIOR DE LA NAVE Y SIGNOS VISTOS MENTALMENTE POR JULIO F 

Como vemos, siempre quedará la duda de si realmente Julio F. vivió algo subjetivamente impactante aquella noche y si luego recreó su historia consciente o inconscientemente, con elementos inducidos por terceras personas. O si todo es un montaje deliberado, como tantas veces, por desgracia, ha sucedido en la ufología. Vean el vídeo, que no deja de ser un valioso documento histórico, y saquen sus propias conclusiones.  

Moisés Garrido