UN RINCÓN VIRTUAL QUE OBSERVA LA REALIDAD CON OTROS OJOS...

domingo, 28 de febrero de 2016

APARICIONES DE LA VIRGEN (M. Garrido, Nit de Misteris, Radio Marca, 28-02-16)

¿Se aparece la Virgen? ¿Son visiones psicopatológicas? ¿Son reales los célebres casos de Guadalupe, Fátima y Lourdes? ¿Guardan las apariciones marianas paralelismos con otros fenómenos? ¿Cuál es el lado oscuro de estas manifestaciones presuntamente divinas? ¿Qué papel juega la Iglesia ante estos fenómenos de milagrería popular? De todo ello, hablo en una entrevista realizada por Alfonso Trinidad y en la que también participan Carlos Mesa y Álex Muniente. Programa: "Nit de Misteris", de Radio Marca. Emisión: 28-02-16. En el siguiente enlace, podéis escuchar la entrevista o descargarla...




(Por Moisés)

martes, 23 de febrero de 2016

FONOTECA DE LO INSÓLITO (VIII): MESA REDONDA SOBRE OVNIS (Congreso de Balaguer, 1994)

En los años 90, abundaron los congresos de ufología y parapsicología por casi todo el territorio español. Uno de ellos fue el PRIMER CONGRESO DE UFOLOGÍA Y PARACIENCIAS EN LA NOGUERA-BALAGUER, celebrado en febrero de 1994. El acto fue organizado por el grupo O.U.T. (Organización Ufológica Terrestre) y tuvo lugar en el Hotel Parador Compte Jaume d'Urgell de Balaguer, en la comarca de la Noguera (Lleida). Hemos rescatado de nuestros archivos la grabación de la interesante mesa redonda que allí se realizó. Estuvo moderada por Francisco Padrón y participaron Juan José Benítez, Salvador Freixedo, Manuel Carballal, Javier Sierra y Giorgio Bongiovanni. También intervinieron los contactados Luis J. Grifol y Carlos Díaz, que se hallaban entre el público. En el siguiente enlace, tenéis disponible el audio:

AUDIO DE LA MESA REDONDA

MESA REDONDA CON LOS PARTICIPANTES


lunes, 22 de febrero de 2016

EN MIS RATOS LIBROS (IX): "UNA NOCHE CON LOS AMANTES DE TERUEL" (Javier Sierra)

Javier Sierra (Teruel, 1971) suele conducirnos a través de sus obras por senderos inescrutables... No hay enigma que se le resista, que no esté a su alcance para ser examinado a fondo gracias a su pericia. Es un buscador nato. Sabe rastrear en lugares recónditos del mundo, en milenarios legajos, en templos y museos, logrando rescatar historias fantásticas y olvidadas. Y, además, es un fabuloso comunicador. Ambas cualidades se vislumbran en cada uno de sus artículos, ensayos y novelas. Reconozco que no soy un avezado lector de novelas (me atraen los ensayos), pero las de Sierra no se me resisten, sino que, por el contrario, las devoro con avidez. Y es que, con las novelas de este viejo amigo —nos conocemos desde hace casi 30 años gracias a nuestra temprana pasión por los OVNIs—, aprendo mucho (sobre todo, me hace percibir la realidad con otros ojos). Hay en ellas datos históricos y científicos, conocimientos esotéricos y místicos, herejías y enigmas a raudales... y todo ello, entretejido en trepidantes tramas, aventuras y viajes que parecen más bien pruebas iniciáticas a las que han de enfrentarse sus protagonistas. La cena secreta, El ángel perdido, La pirámide inmortal y El maestro del Prado son buena prueba de ello. La honestidad con que se expresa en sus libros es también una de las virtudes que más resalto en el escritor turolense. Se aprecia la autenticidad y la pasión depositadas en todas sus creaciones literarias, concienzudas hasta la saciedad. Esa impronta personal contagia al buen lector, que valora —y agradece— tener en sus manos un libro especial, cuyas palabras levantan el velo de lo arcano para que su mensaje nos llegue a lo más profundo de nuestro ser: el inconsciente —individual y colectivo, ese habitáculo oculto que nos conecta con los arquetipos, las sincronicidades y lo paranormal, aspectos que, y no es casualidad, están muy presentes en las obras de Sierra, alguien que desde muy joven consagró su vida a buscar incesantemente respuestas a las grandes preguntas filosóficas. Sí, yo diría que, en el fondo, la filosofía es la alma mater que impregna sus obras. 

Hace unos días, Claudia y un servidor recibíamos un ejemplar de Una noche con los Amantes de Teruel, su última piedra filosofal literaria. Nos lo envió el propio autor con una bella dedicatoria incluida, lo cual le agradecemos enormemente. Este exquisito cuaderno de viajes —elaborado de forma artesanal y con una tirada limitada de 3.000 ejemplares numerados—, es pequeño en tamaño, pero grande en contenido. Y es que en sus páginas revolotean los dos mayores misterios existentes: el Amor y la Muerte. Eros y Tanatos... A veces, inseparables, como en la trágica historia protagonizada por Diego Marcilla e Isabel de Segura, los célebres amantes de Teruel. Sierra plantea la importancia del karma y sugiere que todo lo que nos sucede en la vida, ya sea bueno o malo, parece estar entrelazado y responde a un propósito que, quizá, hemos elegido antes de nacer. Hay señales —las desconcertantes sincronicidades, por ejemplo— que así parecen indicarlo. "Nosotros, quizá para evitar ese laberinto, preferimos utilizar términos más suaves como hado o destino", reconoce. La cuestión es que, dos décadas después de su ya conocida incubatio en la Gran Pirámide —tal y como hizo Napoleón en 1799—, Sierra se embarcó durante la noche del 14 al 15 de mayo de 2015 en otra introspección (o viaje interior) a solas, animado —o, mejor dicho, casi obligado— por el alcalde de su Teruel natal. "...Y después de pasar una noche en la Gran Pirámide, ¿no te atreverías a pasar otra en el mausoleo de los Amantes?", espetó Manuel Blasco a su paisano. A Sierra no le quedó más remedio que aceptar el desafío planteado durante la rueda de prensa celebrada con motivo de la presentación de La pirámide inmortal en la ciudad aragonesa, en octubre de 2014. "¿Qué otra cosa podía hacer?", pensó. Al día siguiente, los diarios locales anunciaron que el escritor admitía el reto. Ya no había vuelta atrás. Lo demás, lo describe detalladamente en su cuaderno y no vamos a desvelarlo, por supuesto. Sí decir que nos lo leímos de un tirón. Su lectura atrapa, seduce, y nos hace sentir el infortunio de aquellos dos jóvenes enamorados del siglo XIII que simbolizan el amor imposible, separados por circunstancias ajenas a su voluntad —como en tantos otros casos— y que solo se vuelven a unir "gracias" a la muerte. Lean esta joya de 40 páginas para que sepan qué hizo y sobre qué meditó Sierra durante las cuatro horas que estuvo pernoctando en el mausoleo donde se hallan las momias de los amantes. Solo les anticipo que hay códigos numéricos, guiños, señales y conjeturas que nos hacen entusiasmarnos conforme vamos avanzando en su lectura. Y todo ello para saber, como el autor nos indicaba en la dedicatoria que amablemente nos firmó, que "nada hay tan eterno como el Amor verdadero. Y tan misterioso". Efectivamente, Javier, damos fe de ello...

EL CUADERNO DE VIAJES DE JAVIER SIERRA

SUPLEMENTO ESPECIAL DEL DIARIO DE TERUEL (06-02-16) 

(Por Moisés)

viernes, 19 de febrero de 2016

EN MIS RATOS LIBROS (VIII): "PARA VOS NACÍ. UN MES CON TERESA DE JESÚS" (Espido Freire)

Todo intento de sintetizar la fascinante biografía de Teresa de Jesús (1515-1582), así como su extraordinaria obra literaria, es sumamente complicado. Hay que conocer muy bien al personaje, saber situarlo en el contexto de su época y tener cierta destreza a la hora de examinar el fenómeno místico, lo cual no es fácil. Hay muchas biografías de Teresa de Jesús pero, lamentablemente, la mayoría peca de lo mismo: una visión excesivamente piadosa y edulcorada de la santa abulense. Eso no ocurre con el libro que nos ocupa, pues aunque ensalza —con acierto y sin exageraciones— a la gran mística del Siglo de Oro, no cae en el tópico de ser una biografía —y menos, una hagiografía— al uso, sino mucho más, lo que lo convierte en un enriquecedor relato cercano, íntimo y profundo presentado a modo de diario. No todo es biografía en su contenido. Espido Freire (Bilbao, 1974), premio Planeta 1999, reflexiona sobre muchos aspectos de Teresa de Jesús, estando de acuerdo con ciertas conductas suyas y en desacuerdo con otras. Su vida personal, su mundo interior, sus relaciones con los demás y sus diálogos con lo celestial, entre otras muchas cuestiones, se abordan de forma pormenorizada y reflexiva. El personaje, ciertamente, da mucho juego. Y es que Teresa fue una mujer compleja, de arrolladora personalidad, de mente inquieta, de ideas fijas, muy rebelde y obstinada. "Teresa hizo en el siglo XVI lo que le dio la gana (la mayor parte del tiempo), y lo haría ahora, no sabemos si crecida por las facilidades que le darían, o algo suavizado su carácter porque no sería necesaria tanta lucha", señala Freire, quien reconoce la importancia y profundidad del misticismo, a pesar de declararse agnóstica (también yo, a pesar de declararme ateo).  

Su condición de mujer —quedaban aún siglos para plantearse siquiera una posible igualdad entre ambos sexos— le hacía mantener una actitud de obediencia, máxime perteneciendo a una institución machista y misógina como era —y sigue siendo a día de hoy— la Iglesia católica. Por tanto, si una mujer luchaba por conseguir un objetivo, y al final lograba ser escuchada, hacer cambiar de opinión a un varón o derrumbar ideas o estructuras anquilosadas, se debía a un valeroso esfuerzo tras sortear numerosas dificultades. Y Teresa es un claro ejemplo de ello. Su cabezonería tuvo mucha culpa, sin duda. Pero también su inteligencia y su fino olfato, sin olvidar su destacado carisma, que supo usar muy hábilmente para sus propósitos fundacionales. "Sabía que el poder —salvo en el caso concreto de algunas viudas ricas que podían ayudarla (y a las que frecuentó todo lo que pudo)— se encontraba en manos de los hombres, y a ellos se dirigió, humilde, cuando fue necesario, insistente, y con un poder de seducción que nadie le negó nunca", escribe acertadamente Freire.

De Teresa, y eso lo acentúa la escritora vasca, hemos de resaltar asimismo su pasión por la lectura. No entendía que se prohibiera leer la Biblia y otros libros sobre doctrina religiosa. Había un control tremendo por parte de la Iglesia y el implacable Índice de Libros Prohibidos hacía de las suyas. Y no digamos la Inquisición. La mística era el camino apropiado para buscar la trascendencia, más que los libros, pero también el místico era vigilado celosamente, y más siendo mujer. Si, como asegura Espido, Teresa creía que la condición de religiosa resultaba más libre que la de esposa, pienso que se equivocaba. La sumisión era similar. Es más, en la Iglesia tenía que obedecer a un mayor número de hombres obsesionados con el dogma, el poder y el control, y encima con la Inquisición al acecho si presentaba manifestaciones místicas (confiscaron su Libro de la Vida —tras ser denunciada por la pérfida princesa de Éboli— y la sometieron a duros interrogatorios). "Quisieron exorcizarla, encerrarla en una celda, procesarla en auto de fe, quemarla, la excomulgaron, le impidieron abrir conventos, le prohibieron comulgar por largos períodos, censuraron sus libros, persiguieron a sus amigos...", subraya Espido. Por eso, me llama poderosamente la atención que personas tan inteligentes como Teresa se hayan doblegado a lo largo de la historia ante el poder eclesiástico. Sus razones tendrán, aunque no logro entenderlas... De todos modos, Teresa hizo lo que pudo y supo: fundar conventos y escribir. Y le salieron bien ambas cosas, pese a tantos obstáculos. Bueno, y también buscaba a Dios con anhelo. "Se complace en la belleza y el equilibrio que le da el contacto divino. Todos los atributos del amado perfecto los encuentra en Dios", remarca Espido. Teresa aseguraba que se comunicaba en ocasiones con Dios a través del éxtasis (experimentó un centenar de arrobamientos místicos —el primero, en 1558 con 43 años—). Hoy, tales visiones podemos enfocarlas de muchas maneras. Hace un año, al cumplirse el V Centenario de su nacimiento, salió a la luz un artículo de mi autoría titulado Neuroteología. Santa Teresa a la luz de la medicina (Clío Historia, marzo 2015), donde me hacía eco de las interpretaciones psicológicas, psiquiátricas y neurológicas que diferentes especialistas —desde Nóvoa Santos, autor de Patografía de Santa Teresa (1932), hasta Esteban García Albea, autor de Teresa de Jesús: una ilustre epiléptica (2002)— nos han ofrecido de los presuntos éxtasis protagonizados por la santa abulense. Un asunto controvertido y que despierta un rechazo absoluto en los católicos más conservadores, que consideran una osadía, incluso una ofensa, que alguien pueda dudar de la estabilidad mental de Teresa. No obstante, considerar que Teresa pudo haber sufrido epilepsia (concretamente, la denominada epilepsia de Dostoievski) no resta nada a sus muchas virtudes, a su gran capacidad intelectual y a su sincera devoción religiosa. Estoy de acuerdo, pues, con lo que escribe Freire: "Lo que me resulta más fascinante de esta experiencia es que, epiléptica o no, Teresa creía firmemente que entraba en comunión con Dios y con los ángeles, y así lo creían también los demás. Su fe era ingenua, su lucha por perfeccionarse espiritualmente también, y nada, ni los dolores, la parálisis o la crítica ajena la apartaron de una senda en la que ella encontraba la felicidad y que pensaba que le aseguraba la salvación"

En definitiva, no puedo más que recomendar Para Vos nací. Un mes con Teresa de Jesús (Ariel, 2015), de la magnífica escritora Espido Freire —son muy amenos los capítulos dedicados a la relación amistosa de Teresa con hombres y mujeres, y también el que trata sobre sus enemigos ocultos— y, por supuesto, sobra decir que recomiendo las obras de nuestra mística por excelencia: Las Moradas, Camino de perfección, Libro de las Fundaciones... Merecen la pena, y lo dice alguien que no es creyente, pues como bien apunta Espido: "Con todas sus contradicciones, defectos, debilidades, errores y precipitaciones, (Teresa) continúa siendo un modelo de referencia para muchas personas, cristianas o no, que ven en ella todo aquello que desearían encontrar en sí mismas".  




CLAUDIA M. MOCTEZUMA, ESPIDO FREIRE Y MOISÉS GARRIDO
(La Rábida, Huelva, 24-07-15)

(Por Moisés)

jueves, 11 de febrero de 2016

¡¡¡HEMOS SIDO TESTIGOS DE UN... ¿ATERRIZAJE OVNI?!!!

Sobre las 16:15 h. de esta tarde, algo nos ha llamado la atención. Hemos divisado una luz muy potente, estática, en la cúspide de una lejana montaña que tenemos frente a nuestra casa, al sur de la provincia de Alicante. Rápidamente, cogimos los prismáticos y la cámara de fotos. A pesar del aumento que obtuvimos con ambos aparatos, no conseguíamos distinguir si se trataba de algo sólido, material. Solo veíamos una potente luz alargada. También dirigimos nuestro telescopio y seguíamos viendo lo mismo. La luz era fortísima. ¿Estábamos ante un OVNI posado en tierra? Supongo que otros darían saltos de alegría tras hacer las fotos. Y las difundirían rápidamente por las redes sociales como auténticas. Sin embargo, nosotros no. Nosotros queríamos saber con certeza qué era aquello. Cogimos, pues, el trípode e instalamos la cámara de fotos para evitar cualquier movimiento que impidiese la definición del objeto. Le dimos el máximo zoom (42x). Aprovechando que el sol se estaba ocultando tras unas nubes, era el momento adecuado para salir de dudas, para saber si aquello tenía luz propia o la reflejaba del astro rey. Y, por fin, se resolvió el misterio... ¡Eran paneles solares! Sirva este pequeño ejemplo para que cuando alguien observe "algo" extraño, intente agotar todas las posibilidades antes de determinar que es un OVNI y dejarse llevar por la emoción. Ciertamente, será un OVNI en tanto en cuanto no tengamos una explicación en ese momento. Eso, y no otra cosa, es el significado de tales siglas: Objeto Volante No Identificado. Quizá, con un poquito de paciencia (y mucha templanza), se consigue dar con la solución a muchos pretendidos enigmas de esta naturaleza. Este caso no era complicado, pues eso estaba estático y daba tiempo de visualizarlo y fotografiarlo, pudiéndose comprobar finalmente de qué se trata. Y si hace falta se va al sitio y se escala la montaña, opción que ya habíamos barajado. ¿Pero qué ocurre cuando estamos ante algo en movimiento que, en principio, no sabemos identificar? Los faros de un coche de noche y a lo lejos, un bólido meteórico que atraviesa raudo todo el firmamento, un avión que refleja la luz del sol al atardecer y no se atisba bien su forma... Podemos perfectamente confundir muchas cosas con un OVNI, máxime si la visión dura breves segundos. Por eso, toda prudencia es poca y debemos de fijarnos muy bien en lo que vemos para no equivocarnos y evitar equivocar involuntariamente a los demás...









(Moisés & Claudia)

miércoles, 10 de febrero de 2016

LUCES Y SOMBRAS DE NIKOLA TESLA

A muchos nos produce verdadera fascinación la figura de Nikola Tesla (1856-1943). Es considerado un científico incomprendido, maldito y arrinconado por el establishment. En la actualidad, se habla mucho de él. En el ámbito del misterio es una figura exaltada hasta la saciedad, habiéndose convertido en una leyenda. Es el arquetipo del sabio que se adelantó a su tiempo, que estableció nuevos paradigmas y que abrió las puertas del futuro. Muchos de sus acérrimos defensores lo consideran una especie de iniciado que se adentró en las oquedades más profundas del conocimiento, llegando a dominar las leyes ocultas de la Naturaleza. Destacó por sus inventos, como la radio, sin embargo, Marconi fue quien se llevó la gloria. Algo parecido a lo ocurrido entre Darwin y Wallace. ¿Se exagera todo lo que se dice sobre Tesla? ¿Realmente fue un genio? ¿Hubiera cambiado nuestras vidas de aplicarse sus revolucionarios inventos? ¿Es conveniente desmitificar a este visionario o, por el contrario, hay que rescatarlo del olvido? Os recomendamos ver la siguiente tertulia titulada "Luces y sombras de Nikola Tesla", en la que participan José Manuel Sánchez Ron, Manuel Toharia, Antonio Martínez Ron, Mayte Pascual y América Valenzuela.


viernes, 5 de febrero de 2016

FONOTECA DE LO INSÓLITO (VII): "LA PARAPSICOLOGÍA A DEBATE"

Rescatamos de nuestros archivos una interesante tertulia radiofónica dedicada a la Parapsicología, en la que participaron el catedrático de Física (especialidad Electroacústica) Alfredo Bonavida, el conocido parapsicólogo y experto en TCI (Transcomunicación Instrumental) Sinesio Darnell y la sensitiva cacereña Mónica Nieto, célebre por sus presuntas facultades PK (psicocinesis). También estuvo presente la periodista Sol Blanco Soler. En el debate se aclaró si la Parapsicología es una ciencia, se habló de su metodología, de las evidencias obtenidas y del futuro de dicha disciplina. Intervinieron, además, varios estudiantes universitarios de Física y Medicina, planteando preguntas y exponiendo sus particulares puntos de vista sobre dicha disciplina. El programa semanal "La Hora Bruja" (R.N.E.) era presentado por Rosa María Otero. Os lo podéis descargar en el siguiente enlace:


MÓNICA NIETO

ALFREDO BONAVIDA

SINESIO DARNELL

martes, 2 de febrero de 2016

REFLEXIONANDO SOBRE EL "FACTOR TESTIGO"

"La única prueba que ratifica una creencia fantástica
es la pasión que inspira en quienes la profesan".
(Wendy Kaminer, Durmiendo con extraterrestres, 1999)

Reconozco que no soy de esos estudiosos de los fenómenos anómalos que endiosan a los testigos y los consideran prácticamente infalibles. Jamás he pregonado, a diferencia de otros, que los testigos son "sagrados" (sic) y nunca se equivocan, recordando y describiendo fielmente lo que dicen haber visto. En este sentido, me llama la atención que existan "investigadores" (así se autodenominan) que nunca se atrevan a hablar de errores perceptivos, ilusiones ópticas, alucinaciones, estados alterados de conciencia, distorsiones de la memoria y fraudes. ¡Tienen la suerte de que todos los casos que les llegan son auténticos! Eso me resulta tan llamativo como sospechoso. Si somos honestos, considero que nuestra labor ha de consistir fundamentalmente en examinar a fondo los testimonios y buscar explicaciones naturales si las hay a los presuntos fenómenos anómalos protagonizados por los testigos (personas respetables que tienen que ser escuchadas, pero que pueden equivocarse, mentir, exagerar, delirar o autoengañarse). No es fácil discernir entre lo real y lo ilusorio cuando nuestros sentidos nos engañan, tenemos sueños vívidos o somos fácilmente sugestionables. Por eso, conviene saber que hay un patrón psicológico denominado Personalidad Propensa a la Fantasía (PPF), descubierto por los psicólogos estadounidenses Sheryl C. Wilson y Theodore X. Barber mientras examinaban a varios sujetos hipnóticos. "Aunque este estudio ha proporcionado un entendimiento más amplio de la naturaleza de experiencias vitales que pueden sustentar la habilidad para ser un excelente sujeto hipnótico, también nos han conducido a un hallazgo casual que tiene gran implicación en toda la psicología; nos ha demostrado que existe un pequeño grupo de individuos (posiblemente el 4% en EE.UU.), que fantasean la mayor parte del tiempo, aquellos que per se 'ven', 'oyen', 'huelen', 'tocan' y experimentan en gran medida lo que fantasean; los cuales pueden ser catalogados como personalidades con tendencia a la fantasía", manifestaron en un extraordinario ensayo titulado The fantasy-prone personality: Implications for understanding imagery, hypnosis and parapsychological phenomena (1983).

Incluso aunque el testigo haga una descripción fidedigna de lo que ha visto, puede interpretarlo erróneamente y sacar deducciones falsas. Por tanto, nuestra tarea es desmitificar, nos guste o no (y si no nos gusta, dediquémonos a otra cosa). Y es que, como he dicho tantas veces, una cosa es el fenómeno en sí, otra cosa es lo que asegura ver el testigo y otra muy distinta es cómo interpreta el testigo lo que cree haber visto. Por eso, hemos de garantizar que el testimonio sea coherente, rico en detalles y desprovisto de contradicciones, de lo contrario, la fiabilidad del caso disminuye drásticamente. Y hay otra cosa importante a considerar: nuestra memoria falla y lo hace más de la cuenta. Como bien explica el neurólogo Francisco J. Rubia en su magnífico ensayo El cerebro nos engaña (2000), "la memoria no es una réplica de la realidad, sino una réplica de cómo el cerebro ha experimentado esa realidad (...) Además, el estado de la mente en el momento del recuerdo también tiene una gran influencia en la reconstrucción de los contenidos de la memoria".   

Es interesante, a su vez, observar que muchos testigos cuentan sus experiencias a los expertos no para que les aclaren lo que han visto, sino para que les ratifique que lo que han visto es algo inexplicable. Quieren sentirse especiales y privilegiados por haberse enfrentado a un hecho insólito. Cuando me he visto en la tesitura de advertir al testigo que su historia no es nada singular y posee una explicación racional, su reacción suele ser casi siempre de enojo, mirándome como si yo fuese un insolente por cuestionar su testimonio. Y se marcha decepcionado, pues probablemente esperaba de mí una reafirmación de que su historia es una de las más sorprendentes que he escuchado jamás. No es fácil decir al testigo que se ha equivocado, pero considero que es conveniente hacerlo cuando se da la ocasión. Pienso que es nuestra obligación moral.

Es obvio que los testigos son la pieza fundamental de estas historias (no el ego de algunos). Sin casos, no hay ufología ni parapsicología. Pero tan importante como los testimonios es la forma que tenemos de analizarlos, y para eso hemos de poseer ciertos conocimientos básicos en diversas materias y/o contar con la colaboración de especialistas en otras áreas (a ser posible, que estén fuera del ámbito del misterio). Además, si consideramos a priori que todos los testimonios son fidedignos, como creen muchos ilusos, pecamos de excesiva credulidad. Y si pensamos que todos los testimonios son falsos, como cree otro montón de ilusos, pecamos de excesivo escepticismo. Cada testimonio es personal e intransferible. Cada individuo tiene sus prejuicios y sus motivaciones. Por eso, cuanto más indaguemos en la mente del testigo —lo cual, en mi opinión, es tan importante o más que el propio relato—, más pistas encontraremos sobre su particular experiencia, y así sabremos por qué y cómo la ha vivido, de qué manera le ha impactado, si ha sido una experiencia aislada o ha venido precedida de otras parecidas, y en qué le ha beneficiado o perjudicado a la larga (a nivel personal, familiar, social...) Tengamos muy presente que hay factores psicológicos que subyacen tras una experiencia anómala, sea un encuentro OVNI o un poltergeist. Adviértase, asimismo, que el factor emocional también juega un papel fundamental. Y no digamos las influencias culturales (el OVNI, por ejemplo, ya es un estereotipo cultural que tiende a ser interpretado por la mayoría como "nave extraterrestre").  

Naturalmente, lo que nos narra el testigo nos puede resultar espectacular, fascinante, maravilloso... Pero hay otros datos muy significativos que no podemos pasar por alto cuando lo tenemos frente a frente para interrogarle. Es algo que he aprendido en los años que llevo metido en cuestiones tan subjetivas y escurridizas. Está muy bien asombrarnos ante lo que nos cuentan los protagonistas de sucesos extraños (eso es inevitable), pero siempre hemos de estar preparados ante posibles fiascos, o para hallar una explicación convencional que no la contemplábamos de antemano. Lo excitante de buscar la verdad es que siempre terminamos encontrando algo inesperado... y hasta frustrante (por desgracia, la mayoría de las veces). Pero de todo, incluso de los fraudes más descarados y burdos, extraemos una magnífica lección que nos permite conocer un poquito mejor la siempre compleja naturaleza humana, con sus luces y sus sombras...

NUESTRA MENTE PUEDE DISTORSIONAR EL FENÓMENO QUE OBSERVAMOS

HAY FACTORES PSICOLÓGICOS TRAS UNA EXPERIENCIA ANÓMALA

(Por Moisés)