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martes, 19 de diciembre de 2017

MAJESTIC-12: MENTIRAS QUE SOLAPAN VERDADES

El pasado 11 de diciembre, se cumplían treinta y tres años del inicio de una gran mentira ufológica. Todo comenzó con la recepción en el domicilio de un productor de televisión llamado Jaime Shandera de un peculiar paquete. El envío, sin remitente y procedente de Nuevo México, era una película en blanco y negro sin revelar. Al parecer, el film contenía ocho imágenes de documentos sobre la creación, por parte del presidente de los Estados Unidos Harry Truman, de un comité de científicos y militares denominado "Majestic 12" (también conocido como MJ-12), cuyo fin era indagar en torno a un supuesto estrellamiento de una nave alienígena y a la recuperación de sus ocupantes en Nuevo México en el año 1947, aludiendo al archiconocido estrellamiento de Roswell.

Shandera, quien además de dedicarse profesionalmente al ámbito audiovisual era muy aficionado a la ufología, decidió compartir tan impactante información con William L. Moore y Stanton T. Friedman, dos ufólogos con una dilatada experiencia en el campo de los "no identificados". "Este es un documento de alto secreto sólo para ser leído, que contiene información clasificada, esencial para la seguridad nacional de los Estados Unidos", rezaba  un fragmento de este informe datado el 18 de noviembre de 1952 y que iba dirigido al recién electo presidente Dwight Eisenhower. En él aparecían los nombres y cargos de militares, políticos y científicos implicados en el asunto, así como la firma de Harry Truman avalando el comité. Precisamente, sería la rúbrica presidencial y la biografía de algunos de los miembros del MJ-12 lo que haría dudar de su autenticidad a algunos investigadores, aunque no fueron los únicos elementos que pusieron en tela de juicio este caso.

Indagando en torno al documento, Phillip Klass periodista y escéptico ufólogo norteamericano, cayó en la cuenta de que la firma del presidente había sido copiada de una carta enviada por Truman al científico Vanevar Bush, en 1947. Por otro lado, la tipografía de las letras que aparecían en los documentos se correspondía a una máquina de escribir fabricada en el año 1963, con lo que la fecha de envío del documento no coincidía con la fecha real de su creación.

Donald Menzel, profesor de Astrofísica de la Universidad de Harvard, si bien negaba oficialmente el fenómeno OVNI, pertenecía a este "selecto" grupo, aunque según indagaciones hechas por el propio Friedman, no solo poseía una "acreditación de Alto Nivel" de la CIA, sino que además había colaborado para diversos proyectos gubernamentales.

"Había realizado trabajos consultivos de muy alta clasificación para muchas corporaciones importantes de Estados Unidos, mantuvo estrechas relaciones con otros científicos del MJ-12, y asesoró al gobierno en muchos proyectos secretos. Incluso había viajado a Nuevo México entre 1947 y 1948 por cuenta gubernamental", comenta el escritor e historiador Juan José Sanchez-Oro en El Pacto. Reptilianos y Gobiernos. Un mito contemporáneo, obra desmitificadora en la que, entre otros asuntos, alude al MJ-12.

Sin embargo, los propios ufólogos que en primera instancia se hicieron eco de estos sorprendentes documentos, es decir, Shandera, Stanton y Moore, también han sido objeto de debate. Para Moisés Garrido, no hay duda de que William L. Moore actuó de forma ambigua movido por intereses personales. Moore, además de haber sido coautor junto a Charles Berlitz de dos libros "con claros fines manipulativos"El Incidente (primer libro sobre Roswell) y el Experimento Filadelfia: Proyecto Invisibilidad, su relación de conveniencia con el agente Richard Doty le delataba como intoxicador. "Recordemos que Moore confesó, durante el Annual MUFON UFO Symposium celebrado en Las Vegas en julio de 1989, haber colaborado con un oficial de inteligencia llamado Richard Doty, quien le proporcionó informes secretos a cambio de difundir información falsa entre los ufólogos con el objetivo de intoxicar a la opinión pública", asegura Garrido en Ovnis. Del espacio exterior al espacio interior, obra en la que hace una reflexivo análisis sobre la ufología y la esquiva naturaleza del fenómeno OVNI.

Llegados a este punto, cabe preguntarse: ¿Por qué tomarse tantas molestias en semejante labor desinformadora que implicaría a diversas personas de varios estamentos civiles y militares?  Quizá, la respuesta más lógica sería la de servir de tapadera a otros asuntos más terrestres y secretos. "Bajo el nombre de Proyecto Hermes, los EEUU lanzaron varios cohetes tripulados por monos. Según Grégory Kennedy —que fue director del Museo Americano del Aire y del Espacio, del Instituto Smithsoniano— entre junio de 1947 y junio de 1948, se efectuaron cuatro lanzamientos de V-2 con monos vivos en su interior , aseguraba el periodista y escritor Javier Sierra hace unos años, tras estudiar concienzudamente este asunto. Plantea que, quizá, uno de estos objetos pudo haber sido el que se estrelló en Roswell y, dado el secretismo de dicho proyecto, se prefirió lanzar una cortina de humo con el pretexto alienígena para desviar el origen real del estrellamiento. De hecho, esta hipótesis también fue defendida por miembros de la organización Ground Saucer Watch, quienes pudieron comprobar que un supuesto alienígena calcinado que aparecía en una foto, se trataba en realidad de un mono.

Pese a dichas indagaciones, a día de hoy muchos interesados en el fenómeno OVNI creen que tanto los documentos del MJ-12 como su contenido son totalmente fidedignos. La cantidad de material que surgió para hilar esta mentira y las veces que esta historia se ha contado como cierta, han pesado más que las pruebas que se han presentado en su contra, y es que como decía el tristemente célebre Joseph Goebbels, jefe de la campaña propagandística de Adolf Hitler, "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad". Y tenía razón.

WILLIAM MOORE, JAIME SHANDERA Y STANTON FRIEDMAN

UNO DE LOS FOLIOS DEL DOCUMENTO MJ-12

(Por Claudia)

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