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jueves, 25 de enero de 2018

EN MIS RATOS LIBROS (XXIII): "DOSSIER DE LO INSÓLITO" (David Cuevas)

David Cuevas (Ciudad Real, 1982) tiene una virtud que pocos periodistas poseen: sabe efectuar preguntas inteligentes a los entrevistados. Preguntas de calidad y brillantemente elaboradas. Preguntas que no se quedan en lo superficial y lo anecdótico, sino que buscan ahondar en el tema abordado para llegar a una verdad. Sabe quién tiene enfrente y sabe qué hay que preguntarle. Incluso no se corta a la hora de hacer preguntas incisivas e incómodas. Algo muy importante en un periodista que se precie. Por otro lado, Cuevas sabe documentarse bien. No hay más que escuchar sus extraordinarios programas radiofónicos, tanto el desaparecido La sombra del espejo como el aún vigente Dimensión Límite. No son programas al uso. Los programas de Cuevas desmitifican, denuncian fraudes, exponen públicamente la cara oculta de los temas del misterio y los muchos trapos sucios, y comparten con los oyentes otras perspectivas más escépticas (por tanto, menos comerciales), algo que no es costumbre en muchos programas y podcasts del misterio que existen en la actualidad, cuyos artífices —recién aterrizados en este mundillo y con más ganas de fama que de buscar la verdad no tienen la más remota idea de estos temas y por eso invitan a charlatanes, cuentistas y traficantes de falacias que siguen vendiendo las mismas tonterías de siempre, repetidas hasta la saciedad. Programas que cuentan con contertulios habituales que jamás han investigado ni han estudiado nada, y que solo opinan sin saber y encima lo hacen con prepotencia. El intrusismo y el ego son dos de los males endémicos del mundillo del misterio. Le honra, pues, a Cuevas poner un poquito de cordura a estos temas a través de sus programas radiofónicos, huyendo del sensacionalismo y la falta de rigor que observamos en otros programas, que solo sirven para desinformar y confundir al oyente neófito. Pero su maestría delante de un micrófono no es la única virtud de la que goza Cuevas. Ha cultivado otras, como escribir. Y lo hace francamente bien. Y, para colmo, en sus artículos y libros siempre aporta datos novedosos, abre nuevas vías de investigación y revela casos recogidos de primera mano, lo cual se agradece. ¡Y cita fuentes! (detalle fundamental que muchos periodistas y escritores olvidan). Por eso, he disfrutado tanto con la lectura de su libro Dossier de lo insólito (Luciérnaga, 2016).

Su contenido es una gozada para cualquiera que desee profundizar en temas paranormales, ufológicos e incluso criminológicos, tres ámbitos que a veces están más interconectados de lo que podemos sospechar. Su ensayo, que se permite la chulería de estar prologado por tres grandes como Lorenzo Fernández, Manuel Carballal y Miguel Blanco, es una invitación al periodismo de verdad, a ese que da preferencia a tres objetivos fundamentales: 1) La búsqueda incesante de información; 2) Examinar con lupa cada caso; y 3) Contrastar los datos... Y Cuevas, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, lo hace magistralmente. 

Conozco a Cuevas desde hace una década y hemos compartido muchos ratos de tertulias en Huelva, Sevilla, Madrid, Guadalajara y Alicante, intervenciones en programas radiofónicos y hasta fortuitos encuentros con testigos OVNI. Y no puedo más que admirar la pasión que le pone a lo que hace. Y también aplaudo su honradez. Lo suyo es vocación. Es una filosofía de vida. Y eso es su sello de autenticidad. Porque si te dedicas a estos temas, no puedes echarle un rato cada semana. O te metes a fondo, o te dedicas a otra cosa. Estos asuntos son muy complejos y te tienes que preparar bien. Y Cuevas se lo curra. Está muy documentado, maneja muchísima información, es un ávido lector, sabe muy bien discernir cuáles son las fuentes fiables de las que no lo son, y ha sabido hallar el camino correcto para evitar tropezarse, pues estos temas son muy resbaladizos, y no resulta fácil caminar entre ellos. 

En definitiva, su libro es un fascinante viaje por el misterio... Las Hurdes, la Santa Compaña, la ouija, las caras de Bélmez, el caso UMMO, historias de poltergeist, fantasmas, OVNIs... Y entrevistas, muchas entrevistas a testigos y expertos. Por sus páginas desfilan desde Jacques Vallée, influyente precursor de la paraufología, hasta Enrique López Guerrero, el reaccionario párroco de Mairena de Alcor (Sevilla), la primera persona en desvelar a la prensa la existencia del affaire UMMO. Además, Anne Germain y Jordán Peña son merecidamente juzgados por tantos engaños cometidos, cada uno desde su parcela particular.

Si tengo que reprochar algo a Cuevas, y lo hago con todo el cariño del mundo, es que no se moja —o casi apenas lo hace— a la hora de decantarse por una o varias hipótesis ante lo paranormal y lo ufológico. Y se lo he dicho algunas veces. ¿Por qué esa excesiva prudencia? ¿A qué teme? ¿Acaso posibles críticas? ¿O aún no se ha parado a meditar tranquilamente sobre la naturaleza de tales anomalías? Un poco más de filosofía, al margen del buen periodismo, es necesaria, porque, pese a su juventud, Cuevas ya lleva una larga y fructífera trayectoria, y eso hace convencerme de que maneja ideas propias sobre el origen y la naturaleza de estos fenómenos. ¿Quién que esté metido en estos temas no defiende alguna hipótesis sobre las demás? ¿Quién no dice abiertamente si cree o no cree en una vida postmortem, si los OVNIs son o no son extraterrestres, si nuestra mente es capaz de sintonizar con otras realidades alternativas, si estamos ante fenómenos aún desconocidos por la ciencia actual o si todo es fruto de un engaño de nuestros sentidos? Es imposible mantenerse al margen, cuando has entrevistado a numerosos testigos, has visitado tantos enclaves marcados por lo extraño o has vivido a veces episodios más o menos inexplicados. Espero que en su próximo libro deje a un lado esas reticencias, sea un poco más valiente, saque a la luz sus reflexiones personales y exprese abiertamente sus propias conclusiones sobre lo anómalo, aunque sean provisionales. Me consta que es algo que muchos lectores esperan de Cuevas. Por lo demás, que siga así, ofreciéndonos buenas raciones periodísticas. Por eso, me atrevo a asegurar que Cuevas es uno de los grandes periodistas que tenemos en nuestro país, además de ser uno de los principales referentes de la divulgación del misterio. Dossier de lo insólito lo avala sobradamente. 


OLIVIA BATUECAS, CLAUDIA M. MOCTEZUMA, DAVID CUEVAS Y MOISÉS GARRIDO
(16-09-16)

(Por Moisés)

2 comentarios:

  1. Una buena forma de expresar que se siente cuando se lee un libro bien documentado... Gracias por exponernos la formula en la que hay leer a David Cuevas. En cuanto a mojarse o no.., yo también la he tenido en algunas ocasiones con todo el cariño del mundo. SAludos para todos.

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  2. Comparto tus palabras repletas de cariño y respeto. Te deseo lo mejor para tus nuevos proyectos, pues tú eres un gran referente en este mundo de lo insólito y lo que es más importante una gran persona. Un abrazo Moisés.

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