"...De pronto
vino hacia mí la nave y ya no recuerdo nada. Cuando me desperté, me encontré en
una sala que era toda metálica, redonda, con unos mandos; veo una mesa de
operaciones donde yo estoy tumbada; la mesa está en el centro, hay una lámpara
grande, redonda, arriba en el techo. Delante de mí había tres seres muy altos,
vestidos con monos blancos, delgados y que desprendían una cierta energía
positiva... Mentalmente, me dieron la opción de verles las caras, pero me advirtieron
que tenía que estar muy preparada para vérselas. Entonces yo decidí no verles
las caras. Después de eso, recuerdo que me levanté completamente nueva,
repuesta, como si me hubieran puesto pilas nuevas..."
Así
me narró Hermelinda Humanes la experiencia
que protagonizó una noche de finales de 1989. Estaba acostada en su cama y de
improviso se vio 'proyectada' hacia el interior de una 'nave'. Solía sufrir
parálisis del sueño y visiones relacionadas con las llamadas visitas de dormitorio. Pero a diferencia
de otros abducidos, esta onubense no vivió sus experiencias de forma
traumática. Al contrario, creía que eran pruebas preparatorias que tenía que
pasar para desarrollar la capacidad de sanación. Pero no era la única
experiencia anómala en su vida. A los 10 años, se le apareció su tío fallecido.
Luego, en su casa, se producían ruidos, golpes y se presenciaban sombras que
deambulaban de un lado a otro. "Cuando
cerraba los ojos, flotaba en el aire y veía caras", me confesó. Tiempo
después, tuvo visiones de carácter apocalíptico y comenzó a predecir la muerte
de personas. Además, protagonizó algunos avistamientos OVNI. Su marido, Carlos, me contó varias experiencias
anómalas que había vivido con ella desde que la conoció. Y aunque trataba de
mantener el escepticismo, reconocía que algunos hechos eran incomprensibles.
Una
vez más, observamos el estrecho vínculo entre los OVNIs y lo paranormal...
(Por Moisés)
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