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jueves, 20 de diciembre de 2018

EN MIS RATOS LIBROS (XXVI): "ÉRASE UNA VEZ EN OVNILANDIA" (Sergio Sánchez Rodriguez)

Hay que reconocer, si somos honestos, que la HET (hipótesis extraterrestre) ha fracasado estrepitosamente. Partió de dos premisas que el tiempo se ha encargado de invalidar. A saber: 1) Existen pruebas sólidas sobre la presencia de extraterrestres en nuestro mundo. 2) La humanidad establecerá pronto un contacto oficial con dichas civilizaciones foráneas. Tras setenta y un año de ufología, la HET sigue siendo defendida por nostálgicos ufólogos y creyentes que no quieren apostatar de su fe en los visitantes alienígenas. Los que han sido capaces de dar el paso, luego han sido incapaces de proseguir el estudio de los OVNIs desde otras vías alternativas. Para ellos, o había ET o no había nada en la ufología que mereciera la pena. Craso error. La ufología es mucho más que la HET. Es más, la ufología no ha muerto (en todo caso, está envejecida); la HET sí (aunque algunos traten de resucitarla a toda costa). A estas alturas, hemos de reconocer humildemente que la HET tiene mucho de mito y poco de realidad. Un mito moderno que está anclado en el imaginario colectivo, como lo están los ancestrales mitos del alma y de Dios. 

Y una buena demostración de que todavía la ufología no ha muerto (aunque eso irrite a sus recalcitrantes enemigos y a quienes abandonaros sus filas decepcionados, quizá porque no supieron ver más allá de la HET) es que se siguen publicando a día de hoy buenos ensayos que tratan de arrojar luz sobre la problemática OVNI desde diversos enfoques: histórico, antropológico, sociológico, psicológico, etc. Una de esas obras es Érase una vez en Ovnilandia. Tomo I: La gran invasión marciana (Ediciones del Mono Dorado, Chile, 2016) del abogado y criminólogo Sergio Sánchez Rodríguez. He aquí un buen libro. Diría más: he aquí un extraordinario libro. Estamos, sin duda, ante un concienzudo repaso a la ufología francesa (muchísimo más interesante que la ufología estadounidense, tan entretenida siempre en secretismos oficiales, ufo crashes y otras estupideces conspirativas). "¿Por qué la ufología francesa? (...) Lo hice por la riqueza teórica que esa ufología ha exhibido a lo largo de ciertos hitos importantes de su desarrollo. Es la que mejor se presta a la exposición de las ideas que quiero discutir aquí, aunque sea someramente; también es la ufología que mejor conozco", confiesa el autor.   

Aunque también sus pioneros defendieron la HET —creer en platillos volantes implicaba creer indefectiblemente que iban tripulados por extraterrestres—, la ufología francesa se ha caracterizado por haber ahondado en el 'factor testigo' (las hipótesis psico-social y paraufológica deben mucho al país galo). El libro de Sergio Sánchez es, por tanto, una obra de obligada lectura para cualquier entusiasta del tema OVNI que mantenga una actitud seria y crítica, huyendo del sensacionalismo y de tantas falacias que difunden tantos aficionadillos que escriben sobre OVNIs sin saber absolutamente nada del tema. Merece la pena leer algo así en los tiempos que corren. Bienvenido sea cualquier revisionismo, sobre todo, si se hace con solidez y con conocimiento de causa. Es necesario frente a tanta confusión reinante.

Con los OVNIs estamos en una permanente encrucijada, discutiendo después de siete décadas de ufología cuál es su origen y su naturaleza (aunque a muchos no le interesan esa cuestión y están más obsesionados con los documentos de la CIA, como si eso resolviera el enigma). Mientras unos siguen aferrados a la HET, otros, menos conformistas, buscamos respuestas más allá de la ortodoxia de la ufología clásica, tan limitada siempre a la hora de abordar los aspectos más complejos del fenómeno OVNI. "Etimológicamente, yo soy un escéptico, es decir, un sujeto que duda de las afirmaciones al uso en el ámbito ufológico, especialmente de la hipótesis extraterrestre y sus derivaciones", aclara de entrada Sánchez. Aunque prefiere, dice, declararse 'agnóstico', para evitar las implicaciones negativas del término 'escéptico', tan mal considerado por los ufólogos.     

No puedo más que tener elogiosas palabras para Érase una vez en Ovnilandia. A través de un fabuloso recorrido por sus páginas, el viaje por la ufología francesa se inicia cuando se funda el primer grupo ufológico francés, la llamada Comisión Ouranos, creada por Marc Thirouin en 1951. Tres años más tarde, Jimmy Guieu publica el primer libro ufológico galo: Les soucoupes volantes viennent d'un autre monde. Prosigue Sánchez con la famosa oleada OVNI de 1954 en cielo francés, con las sugerentes ideas de Aimé Michel (como fueron las ortotenias), con la hipótesis del piloto Jean Plantier sobre el sistema de propulsión de los platillos volantes, con la aparición de la revista Lumières dans la nuit (LDLN), con el nacimiento del GEPA (Groupement d'Études des Phénomènes Aérospatiaux), etc. Todo lo va desgranando al detalle, exponiendo asimismo el viraje —a veces drástico y otras veces no tanto— que toman ciertos ufólogos galos hacia la paraufología (que representa, en su opinión, la rebeldía desestabilizadora). Fabuloso es también el análisis crítico que Sánchez realiza a la hipótesis astroarqueológica (cuyo pionero en Francia fue Robert Charroux), explicando su origen y su influencia. Y, por supuesto, se detiene en el gran Jacques Vallée, mostrándonos valiosos datos biográficos y exponiéndonos sus heréticas aportaciones, considerando que, a pesar de vivir en Estados Unidos, "ufológicamente hablando, Vallée nunca se fue de Francia". Como exponente de la paraufología, Vallée se desmarca abiertamente de la HET ya desde su aplaudida obra Pasaporte a Magonia (1969). "Este Vallée, heterodoxo para los partidarios de la HET (inicialmente muy incomprendidos por éstos), es sin duda el más cautivante e influyente. También es el más atractivo literariamente hablando", aduce Sánchez.

En definitiva, estamos ante un libro sumamente esclarecedor, muy ameno, repleto de explicaciones, aclaraciones y notas a pie de página. Mientras surgen nuevas corrientes conspiranoicas como la exopolítica, que tanto se aleja del verdadero cometido de la ufología, este libro supone un buen antídoto. Hace falta desmitificar y efectuar un exhaustivo repaso historiográfico de la ufología. Y Sánchez lo hace con precisión, sin ataques gratuitos, desde la mesura y el respeto, radiografiando todo al milímetro. Como bien señala Alejandro C. Agostinelli, "si alguna vez fuiste (¡o seguís siendo!) aficionado a la ufología, este libro te recordará o te iluminará el camino para iniciarte en la lectura de aquellos autores y comprender la evolución de las ideas que contribuyeron a construir a la ufología tal como la conocimos antes de que llegara internet para embarullarlo todo. Si, en cambio, o además, quieres conocer los argumentos que acompañaron el desarrollo de la mitología extraterrestre contemporánea, este es el libro perfecto".

Por mi parte, y tras haber saboreado este sabroso ensayo, espero impaciente el segundo volumen de Érase una vez en Ovnilandia (subtitulado Tomo II: A Magonia sin pasaporte), que en breve estará a la venta en Amazon.

Enlace para adquirir el libro: 


(Por Moisés)

2 comentarios:

  1. Me llegaron los dos volumenes hace poco y he devorado prácticamente todo el primer volumen,el segundo me espera,...he descubierto datos que no conocía de mi investigador favorito, Jacques Vallee, y he ahondado en otro investigador interesante como Aime Michel, así como Hynek etc,..el libro además de instructivo es muy ameno, y sobretodo poco propenso a la mitomanía...toda una sorpresa en general vaya,...a propósito Moises también tengo tu libro otro excelente ejemplar,...un saludo y a cuidarse mucho en estos tiempos pandémicos!!

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  2. Gracias por tu comentario. Veo que has disfrutado con la lectura del primer volumen. También te encantará el segundo, ya verás. Y me alegro de que te haya gustado mi libro. Un saludo!

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