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viernes, 3 de julio de 2020

LUCES Y SOMBRAS DEL GRUPO 'ERIDANI A.E.C.', PRESIDIDO POR J. L. JORDÁN PEÑA (1970-75)

El 17 de enero de 1970 se fundó en Madrid ERIDANI. AGRUPACIÓN DE ESTUDIOS COSMOLÓGICOS. Su presidente fue José Luis Jordán Peña y entre sus directivos destacaron Félix Ares de Blas y David G. López. Dicha asociación estaba integrada, preferentemente, por antiguos miembros del grupo Aleph, más algunos estudiosos independientes que frecuentaban las tertulias de La Ballena Alegre, en el Café Lion, y que estaban decepcionados por la dinámica que habían tomado las reuniones en torno al contactado Fernando Sesma. En la circular de presentación que remitieron a diversos grupos e investigadores, podemos leer: "ERIDANI A.E.C. ha nacido como resultado de la fusión de diversos grupos que desde hace varios años venían operando en Madrid. No se trata, pues, de una agrupación inexperta en el campo de las actividades que pretende desarrollar; contando ya con un rico material para el cumplimiento de los fines propuestos". Advertían, asimismo, que "la línea de acción de ERIDANI A.E.C. se verá caracterizada por un espíritu rigurosamente científico, no apoyándose para nada en hipótesis preestablecidas que puedan deformar cualquier investigación".

JOSÉ L. JORDÁN PEÑA, FÉLIX ARES Y DAVID G. LÓPEZ, FUNDADORES DE 'ERIDANI' 

Al principio, la acogida fue muy positiva y consiguieron una buena red de corresponsales repartidos por toda la geografía española. Con Eridani colaboraron ufólogos de la talla de Antonio Ribera y Óscar Rey Brea, además de agrupaciones como Charles Fort de Valladolid y R.N.C. de Sevilla. El objetivo de Eridani —con sede social en la calle Alcalá nº 20, 2º, 22 B de Madrid— fue estudiar de forma objetiva los fenómenos anómalos, algo necesario en aquellos momentos, ya que surgían charlatanes, iluminados y fraudes por doquier. De hecho, entre las investigaciones efectuadas en el seno de Eridani destacaron el análisis de la oleada OVNI de 1968-69 —cuyo resultado fue un detallado estudio estadístico por parte de Ares y López— y un examen de las caras de Bélmez —la conocida Comisión Eridani liderada por Peña. Entre otros asuntos, realizaron entrevistas a testigos, registros de observaciones, circulares e incluso un boletín que llevó por nombre Quasar. En el nº 1 (nov'70) leemos: "El 12 de octubre de 1969, una reunión convocada por nuestro colega y amigo D. Vicente Ballester, presidente del CEONI de Valencia, y a la que asistieron nuestros compañeros D. Félix Ares de Blas y D. David Gustavo López, sirvió a la vez como acelerador y catalizador del proceso que durante el mismo mes cristalizaría en un acuerdo base para fundar en Madrid, con carácter legal y ámbito provincial, una Agrupación que reuniría en su seno los miembros de ALEPH y otras personas interesadas en la cuestión OVNI". Por supuesto, no faltaron las charlas que organizaban en la sede central —quincenalmente, los miércoles— y en otros locales madrileños. Enrique de Vicente, Vicente Juan Ballester Olmos y H. S. Williamson fueron algunos de los conferenciantes. Por otro lado, y como novedad a destacar, Eridani empleó la codificación y perforación de fichas IBM para simplificar el análisis de los casos mediante el proceso de datos electrónicos.     

CIRCULAR DE PRESENTACIÓN DE 'ERIDANI'

Sin embargo, Eridani —que contó con unos 40 miembros— solo estuvo vigente hasta octubre de 1975. Los malos rollos no tardaron en surgir. Afloraron serias discrepancias entre sus componentes, algo muy común en todos los grupos de esta índole. Y es que algunos miembros pecaban de excesiva credulidad, mientras que otros se volvieron muy escépticos, como fue el caso de Félix Ares. Llama la atención que en algunos artículos de su autoría publicados a finales de los años 60, mantuviera una actitud muy abierta sobre la realidad del fenómeno OVNI e incluso defendiendo ideas astroarqueológicas (no hay más que leer su artículo Contribución a la arqueología de los ovnis, publicado en la revista Algo, nº 108, junio 1968, 2ª quincena). Pero ya en Eridani comenzó a aseverar que los OVNIs no son más que fenómenos físicos y que solo existen en las mentes de las personas. Consideró incluso que había que ignorar los casos de humanoides, porque desprestigian el tema. Algo que contradice el talante aperturista con el que se creó la agrupación: "No se trata de negar que pueden existir otros medios o técnicas que las habituales en esta clase de estudios (métodos estadísticos, técnicas sociométricas de encuesta, proceso de datos, análisis de estos a la luz de los vigentes principios científicos, etc.) ni tampoco de vetar el que nuestros asociados, haciendo uso de su libertad, encaren los casos a los que podamos tener acceso bajo sus particulares puntos de vista, o mediante otros métodos de investigación" (Declaración de Principios de Eridani). También aclararon que "esta tarea de 'desmitificación' no ha de inquietar a aquellos que mantienen posturas antiracionalistas en todos los países, incluso en nuestra propia Agrupación; comprendemos sus inquietudes, sus críticas a la metodología científica, pues somos muchos los que mantenemos serias reservas ante ciertas formas de dogmatismo científico que a nadie perjudican más que a la auténtica ciencia". Del dicho al hecho...  

COMUNICADOS DE 'ERIDANI' EN LA REVISTA 'ALGO' (nº 175, abr'71, 1ª quincena)

Con este ambiente interno cada vez más crispado, resultaba difícil mantener un enfoque y una metodología que fuesen aceptados de forma unánime. Sobre los casos investigados, cada uno mantenía su propia interpretación personal, pero Ares pretendía a toda costa que nada escapara a su control, tratando de imponer su cada vez más férreo criterio racionalista, que algunos miembros consideraban demasiado radical. La división ya era patente, y algunos socios parecían más preocupados por sembrar la discordia que por avanzar en el conocimiento sobre los temas fronterizos. Quien haya formado parte de algún grupo de investigación, sabe de lo que hablo. 

ACTIVIDADES DE 'ERIDANI' (Boletín 'Quasar', ene'71)

En una carta que el periodista Carlos Murciano, autor de Algo flota sobre el mundo (1969), envía al ufólogo sevillano Ignacio Darnaude (25-04-71), le comenta lo siguiente: "No asistiré a la reunión del 1 (de mayo) que organiza 'Eridani'. Contesté diciendo que no podía. Ribera me dijo que tampoco asistiría. Hoy le escribo a Osuna y le cuento estas mismas cosas: como le digo a él, creo que Ares y López pontificarán sobre las computadoras y Williamson hablará en tanto le dejen. Poco más dará de sí la cosa". ¿Por qué se tenía una impresión tan negativa de Eridani? ¿A qué se debía que diversos ufólogos optaran por desvincularse totalmente de cualquier relación con Eridani? ¿Comenzaba a incomodar la actitud tan radical mostrada por Ares hasta el punto de no permitir libertad a sus colegas de Eridani para estudiar el caso UMMO, el contactismo y los encuentros con humanoides? Es evidente que ya desde fuera se percibían esos roces. Ocurrían cosas en Eridani que, para algunos ufólogos de la época —según observo a través de la correspondencia de Ignacio Darnaude—, no eran de recibo... Enrique de Vicente, confesó a Darnaude que "el Grupo ERIDANI está bailando un charlestón en la cuerda floja, o algo similar; al menos, eso a mí me parece (...) Quieren demostrar no sé qué rara teoría (¡Muy bien!, pero limpiamente). Y como los únicos casos que no pueden explicar son, como dicen, 'los que tienen bichito', es mejor ignorarlos (...) El principal interés de ERIDANI se centra en prestigiar el tema. Lo cual está muy bien, pero ello debe hacerse con la exposición clara de toda la verdad. Las cosas me gustan claras".

AVISO DE 'ERIDANI' PARA LOS SOCIOS

Lo curioso, o más bien lo extraño, es que, cuando ya se estaba gestando la creación del grupo Eridani a finales de 1969, Félix Ares y David G. López, en una carta enviada a Ignacio Darnaude con fecha de 16-12-69, manifiestan que en el grupo "se han integrado la mayor parte de los investigadores del tema UMMO; son, creemos, los que más datos tienen". Es más, en esa misma misiva reconocen que "respecto al intrincado asunto de UMMO debemos confesar que nos hallamos en el más grande de los desconciertos; verdaderamente reconocemos que suceden cosas extrañísimas y que algunos de nuestros compañeros de agrupación han vivido experiencias extraordinarias" (sic). Aun así, se curaron en salud al afirmar que "nuestra posición, quizá, excesivamente racionalista, nos obliga a no prestarle demasiada credulidad a nada de lo que ocurra en torno a este caso". ¿No es contradictorio pretender que en Eridani no se estudiara el caso UMMO y a su vez admitir que en torno a dicha historia sucedían "cosas extrañísimas"? Si los directivos rechazaban públicamente cualquier vínculo con UMMO, ¿por qué aceptaron acoger como miembros a varios entusiastas de dicho affaire? No es de extrañar, pues, que a mediados de 1971 se produjera una importante escisión interna en Eridani, entre los partidarios del caso UMMO —que participaban activamente en la difusión de los informes ummitas— y aquellos que lo despreciaban. El cisma era insalvable. "Las diferencias provocadas por este asunto dieron pie a una ruptura casi violenta, incluida la entrada de los disidentes —los científicos— en el local social por la ventana, con la consiguiente denuncia a la policía por parte de los 'oficialistas'. Aquellos acabaron por irse y organizar la competencia: el CEI-Madrid", explica el antropólogo Ignacio Cabria en su excepcional obra Entre ufólogos, creyentes y contactados (1993). 

CARTA DE DAVID G. LÓPEZ REMITIDA A IGNACIO DARNAUDE (23-05-70)

Por otro lado, José Mª Casas Huguet, presidente del CEI de Barcelona durante el período 1968-78, escribió una carta a José A. Cezón (CEI-Madrid) con fecha 06-07-71, en la que le manifestaba lo siguiente: "Hablando de ciertas contaminaciones cósmicas, se me ocurre hacer referencia a las disidencias que al parecer han tomado cuerpo en el seno (no inmaculado, según creo) de Eridani. Nada me has contado acerca de ello y creo puede resultar de gran interés para CEI-Madrid, pues se barrunta la posibilidad de un aporte de unas 15 personas, interesadas y eficientes, a vuestro grupo". Lo cierto es que, a finales de 1971, Félix Ares, David G. López y otros miembros decidieron integrarse en el CEI de Madrid, refundado en el verano de ese mismo año. Tiempo después, Jordán Peña entró a formar parte de la Sociedad Española de Parapsicología, fundada por Ramos Perera.

COMUNICADO DE ERIDANI (Boletín 'Quasar' nº 2, 1970)

(Por Moisés)

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