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miércoles, 24 de agosto de 2022

EL PREOCUPANTE FUTURO DE LA UFOLOGÍA

La cosa está jodida, muy jodida... Me encantaría creer a mi buen amigo el ufólogo Jordi L. Monedero cuando afirma que la ufología no está muerta, pero lo cierto es que algunos la están hiriendo de muerte. Están fusilándola, literalmente. El decadente mundo de la ufología se ha convertido en una auténtica cloaca, en la que unos y otros luchan ferozmente por conseguir fama, seguidores y likes. Ya todo vale, desde atacar a nuestro respetable padre de la ufología Antonio Ribera hasta llamar "congreso de ufología" a algo que tiene más que ver con la new age y otras tendencias pseudoespirituales. Y los fraudes, encima, se multiplican. ¡Cuántos vídeos y fotos falsos vemos a diario por las redes sociales! Panorama desolador, sin duda.   

Estudiar y aprender con seriedad ya no importa; lo único que importa es llegar a lo más alto como sea: inventando historias, pisando al compañero, plagiando, haciendo un autobombo que produce vergüenza ajena... Además, hay un intrusismo brutal. Personajes que no saben nada o poquísimo de ufología pontifican y faltan al respeto a los que llevan años dedicados en cuerpo y alma a dicha cuestión. ¡Qué atrevida es la ignorancia! 

Actualmente, se valora más al mediático, no al estudioso de verdad. No importa que digas chorradas o que cometas fraude. Si sales en un programa de TV ya eres el 'number one'. Eso te convierte ipso facto en un gran especialista. Aquí no funciona la frase: "Soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad"; funciona lo contrario: "Soy amigo de la verdad, pero más amigo de Platón". ¡Y si Platón tiene un programa de radio o de TV mejor! No importa que vendas falacias o que plagies. Eres un tipo guay, graciosillo y, por tanto, se te apoya. Si descubres una impostura y la denuncias, nadie se preocupa por averiguar si tienes razón; enseguida saltan las fieras contra ti por tu "atrevimiento". Poco importa que compartas material de archivo de forma desinteresada, que abras la puerta de tu casa a todo el mundo, que publicites libros de los demás, que hagas favores a todo el que te lo pide... Si dices que fulanito ha plagiado, que copia ideas de otros y las vende como propias con otro nombre, ya eres un indeseable, "te puede el odio" (?). He aprendido una cosa con lo ocurrido hace unos días: no debo fiarme de nadie. Y menos de esos que, por privado, te llaman "hermano", "colega del alma" o te dicen "se te quiere", "eres un crack" o cualquier otro peloteo. Esos son luego los peores, los más falsos, los más interesados, los que te utilizan cuando les conviene y te olvidan cuando encuentran a alguien que puede darles fama o algún tipo de beneficio. 

Lo cierto es que el tiro les está saliendo por la culata a los indeseables de turno y están que trina. Pero estoy tranquilo, porque yo no me adentré en estos temas para ganar acólitos ni colegas que a la mínima te apuñalan por la espalda —hay muchos frenemigos en el mundo del misterio—, ni para salir en la tele o dar conferencias (nada de eso me interesa y he rechazado siempre invitaciones para ambas cosas), sino para estudiar, investigar, aprender y aportar algo de conocimiento con honestidad y en la medida de mis posibilidades, además de compartir información y documentación con personas que se toman en serio estos temas. A mí no me duelen los insultos hacia mi persona; más bien me resbalan. Sin embargo, sí me duelen los insultos hacia la ufología (muchas veces por estudiosos que también llevan años dedicados a la misma, lo cual me sorprende). Así que si descubro algo que no me gusta y que afecta a la ufología, lo diré, le moleste a quien le moleste. Y cuando más cabreados estén y más me insulten, más me reafirmo en que la Teoría de la Distorsión es un calco de la Paraufología. Y hasta el momento nadie me ha convencido de lo contrario. Y como me consta que es así —y eso lo saben incluso algunos colegas del propio Caravaca que me dan la razón—, pues seguiré en mis trece, defendiendo lo que considero que es verdad (me he molestado en comprobarlo para llegar a semejante certeza, a la que por cierto también han llegado otros ufólogos y exufólogos). 

Otra cosa que me llama la atención es que ahora está de moda llamar prepotente al que sabe y está capacitado para aclarar un asunto sobre el tema que domina. Resulta que el ignorante que va de 'sabelotodo' ya no es el prepotente. Otro signo más de esta distópica época que nos ha tocado vivir. Pues siento decir a esos impresentables que no es prepotencia exigir rigor, exactitud con los datos y respeto por los pioneros; y no es prepotencia asegurar que es una impostura hablar de teoría nueva y revolucionaria si realmente no lo es. Tomarse en serio la ufología no es prepotencia; es ser objetivo y honesto. Tal vez, eso sea una herejía en los tiempos que corren... 

Una vez más, en este país se ensalza al pícaro y se arremete contra quien tiene la osadía de denunciar una falsedad. Si permitimos que alguien se salga con la suya mancillando el nombre de la ufología, si defendemos y protegemos a quien comete una impostura y perseguimos e insultamos a quien la denuncia, somos al final cómplices de la misma y no estamos, precisamente, contribuyendo a que esta materia de estudio sea respetada y tomada en serio. De ser así, la ufología tiene los días contados. Luego no nos quejemos.   

(Por Moisés)  

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