El pasado 21 de enero, además
de ver la exposición “Los íberos y la muerte” en el Museo Arqueológico de
Murcia (compartí fotografías hace unos días), también visitamos el Museo de Salzillo
(no se permitía hacer fotos), el Museo Santa Clara y el Museo de la Catedral de
Sta. María. Respecto al museo ubicado en el Real Monasterio de Santa Clara, llama
la atención lo bien que simboliza la transición histórica y cultural de la
península ibérica durante la Edad Media, es decir, el paso del mundo islámico
al cristiano. El edificio original se remonta a la época almorávide (primera
mitad del siglo XII). Tras la revuelta mudéjar (1264-1266), la población
musulmana fue desplazada, consolidando el dominio cristiano. En 1365, bajo el
reinado de Pedro I de Castilla, el antiguo palacio islámico fue cedido a
la orden de las clarisas para establecer un convento. Este proceso marcó la
transformación definitiva del edificio en un espacio religioso cristiano,
pasando de ser un lugar de ocio islámico a un monasterio de clausura.
El edificio era conocido
como "Al-Qasr al-Sagir” (Alcázar Seguir o "pequeño alcázar”) y servía
como residencia de recreo para los gobernantes musulmanes. El palacio destacaba
por su rica decoración y su arquitectura islámica, característicos de la
estética andalusí. El patio de los arcos y la alberca que aún se conservan en
el monasterio son testigos de este pasado islámico. Estos elementos muestran la
influencia de la arquitectura palaciega musulmana, similar a la de otros
complejos como la Alhambra de Granada.
A pesar de las adaptaciones
necesarias para convertir el antiguo palacio islámico en un convento de
clausura, muchas de las estructuras originales fueron respetadas. Las clarisas
transformaron el espacio en un lugar dedicado a la vida contemplativa,
añadiendo elementos propios de la arquitectura cristiana, como capillas,
retablos y otros espacios religiosos.
El monasterio tomó el nombre de Santa Clara en honor a la fundadora de la orden franciscana. Desde entonces, ha sido ocupado de forma ininterrumpida por la comunidad de monjas clarisas, convirtiéndose en un importante centro religioso y cultural de Murcia. En su interior, podemos contemplar tanto los restos del antiguo palacio islámico como las estructuras y decoraciones cristianas posteriores. Merece la pena visitar este bello conjunto monástico enclavado en pleno centro de Murcia.
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