Desde hace años, el escritor y premio Planeta Javier Sierra (Teruel, 1971) mantiene un firme compromiso con lo que él denomina Ocultura. ¿Y qué es exactamente eso? Se trata de la cultura de lo oculto: todo aquello que el arte, la literatura o la historia esconden mediante símbolos y claves esotéricas. Un lenguaje secreto que invita a ser descubierto y descifrado.
La magia, lo sobrenatural, lo paranormal, lo visionario, los arquetipos o las sincronicidades están presentes en todos los ámbitos de la creación humana, desde los orígenes de la civilización hasta nuestros días. Precisamente, sacar a relucir esos aspectos ocultos es el objetivo que Javier persigue con los Encuentros Internacionales de Ocultura que organiza cada año. Desde 2021 se viene celebrando en Zaragoza, con una acogida verdaderamente extraordinaria. “Estos eventos públicos reúnen cada año a escritores, profesores, artistas e intelectuales para conversar sobre las muchas «caras B» de nuestra cultura asociadas a las creencias en lo mágico y lo sobrenatural”, explicaba el escritor turolense en su columna de La Razón del pasado 3 de noviembre.
Junto a Gustavo Doménech y Lola Velasco, dos grandes amigos fascinados por los enigmas —con quienes compartimos largas charlas, aventuras y muchas risas (el sentido del humor nunca debe faltar)—, asistimos al último de estos encuentros: el VIII Encuentro Internacional de Ocultura, dedicado este año a los Grandes Enigmas del Arte (Los Otros Mundos de Goya), celebrado los días 29, 30 y 31 de octubre. Lamentablemente, no pudimos asistir a la jornada final y nos quedamos con las ganas de saludar a nuestra amiga Clara Tahoces.
El evento fue también una magnífica oportunidad para reencontrarnos con viejos amigos, como Carlos Bogdanich y Miguel Blanco. Y, por fin, tuve el placer de conocer en persona a Montse Aguer, directora de los Museos Dalí, con quien mantengo contacto por correo electrónico desde hacía un tiempo, ya que recibió con gran entusiasmo los dos dosieres que en su día dedicamos a Dalí. Charlamos con Montse, sobre todo durante la cena, quien amablemente nos firmó el libro ¿Por qué, Dalí? (Planeta, 2023), coescrito junto a Javier Sierra y Antonio López. Javier ya nos lo dedicó a comienzos del año pasado.
Por cierto, Eva, la esposa de Javier, tan encantadora como siempre, ejerció de perfecta anfitriona: se ocupó de que estuviéramos cómodos en el salón de actos y nos reservó un lugar preferente en las primeras filas. El salón estaba lleno a rebosar. Hay que reconocer que los temas elegidos por Javier para estos encuentros son muy sugerentes. No me extraña la acogida recibida.
Tuvimos también oportunidad de conocer a la célebre escritora Katherine Neville, autora de la novela El Ocho (1988), de gran éxito editorial. Una mujer muy cercana y simpática. Javier le habló de mi trayectoria como estudioso y divulgador de temas vinculados con el misterio y le comentó, además, que me ha interesado mucho la teoría del cerebro holográfico enunciada por su marido el neurocientífico Karl Pribam (1919-2015). Más de una vez le he citado en artículos sobre parapsicología.
En su introducción, Javier repasó algunas obras de Goya que encierran ciertos enigmas. Tras ello, presentó nuestro nuevo dosier Enigmas del Arte. Así lo hizo: “Esto sí que es interesante… Tenemos desde hace unos años la inestimable colaboración de dos documentalistas, Moisés Garrido y Claudia Madrid, que trabajan en recopilar material de hemeroteca vinculado con aspectos fundamentales de la Ocultura. Ellos compilan dosieres de hemeroteca, recogiendo textos escaneados de revistas y periódicos de todas las épocas, y los aglutinan en dosieres que se pueden ustedes descargar gratuitamente. Acaban de confeccionar uno sobre grandes enigmas del arte, un recopilatorio de cientos de páginas donde ustedes van a encontrar muchísima información sobre el lado oculto del arte. Capturen el QR. No se lo descarguen aquí porque es pesado, pero con ese enlace pueden ustedes en su casa descargárselo en sus ordenadores. Lo seguiré recordando en otros momentos de Ocultura, pero creo que es interesante que esta información esté al alcance de todos ustedes”. Agradecemos a Javier sus palabras y que contribuya a la difusión de nuestros dosieres.
A continuación, en su charla titulada El arte como puerta a otros mundos, abordó los secretos que esconden ciertas obras pictóricas. Por ejemplo, algunos lienzos, como Las Meninas de Velázquez, parecen estar regidos por elementos astrológicos o por determinadas constelaciones del firmamento. En otros cuadros, observamos extraños objetos en los cielos que hoy podríamos interpretar como OVNIs.
Dolores Redondo, premio Planeta, nos deleitó con una magnífica charla titulada El velo de la Razón: Goya y la construcción social de la bruja. Hizo un minucioso repaso de lo que significó la brujería en Aragón, centrándose en la época de Goya, y el papel de la mujer sometida a una sociedad patriarcal, con la Iglesia al frente, impidiéndosele ser libre o destacar en cuestiones relegadas siempre al varón. La mujer desobediente, que se dedicaba a cuestiones curanderiles o que se negaba a casarse y tener hijos ya era ipso facto sospechosa de ejercer la brujería o estar bajo el influjo del diablo.
¡Y qué decir de la charla de Montse Aguer titulada Dalí, el enigma sin fin! Sencillamente, extraordinaria. La esperaba con ganas, debido a mi interés desde siempre por el genio surrealista de Port Lligat. Expuso de forma brillante su fabuloso mundo onírico y sacó a relucir varios comentarios de Dalí sobre Goya, pintor que le sirvió de inspiración para algunos de sus lienzos.
Esas fueron las cuatro charlas a las que asistimos. El viernes a primera hora emprendimos el regreso a casa. He de añadir que el jueves por la mañana acompañamos a Javier, a Eva, a Dolores Redondo y a Katherine Neville, a una visita a la Basílica del Pilar. Pasamos una mañana estupenda, disfrutando de las magníficas obras de arte que alberga el templo, mientras Javier nos explicaba algunos detalles. No paré de hacer fotos y de grabar algunos vídeos. Esa misma noche del jueves, Javier y Eva tuvieron además la gentileza de invitarnos a la cena organizada para los ponentes y los responsables del congreso, un detalle que les agradecemos de corazón. En la cena, Eva nos dijo: "A Martín le hubiese encantado venir al evento para veros. Vosotros, en casa, sois como de la familia. Martín os tiene mucho cariño". Y nosotros a él y a su hermana Sofía. Son encantadores y los conocemos desde que eran muy niños. Martín es un chico muy brillante que sueña con ser astronauta. Actualmente, estudia ingeniería aeroespacial en la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos). Eva le hizo una videollamada desde su móvil y pudimos saludarle. Nos alegramos mucho y él también. Tiene un gran futuro por delante y su enorme entusiasmo le hará llegar muy lejos. Estoy convencido de ello.
Por cierto, el jueves por la tarde, una hora antes del evento, convertimos el hall del hotel donde se alojaban Javier y Eva en un improvisado rincón de firmas, ya que en el salón de actos del congreso la cola era interminable. En ese ambiente tranquilo, Javier dedicó varios de sus libros a Gustavo y Lola. A su vez, Gustavo aprovechó la ocasión para obsequiarle dos de sus propias obras: Salmon Enterprise y Rompiendo el silencio. Fue un encuentro breve pero entrañable, una charla distendida y cercana, lejos del bullicio de la multitud. Para Javier, esos días fueron un auténtico frenesí. Tenía que atender a mucha gente y todo el mundo quería saludarle y hacerse fotos con él durante el evento.
Y así transcurrieron nuestros dos días en Zaragoza: jornadas intensas y enriquecedoras, llenas de emociones y reencuentros con buenos amigos.
(Por Moisés)




No hay comentarios:
Publicar un comentario