Es evidente que la materia prima de la ufología y la parapsicología es
el testimonio. Sin testimonios, no podemos profundizar en incidentes tan elusivos.
Así pues, el testigo es sumamente importante (aunque, como solemos insistir, no es infalible). Y también, el rigor a la hora de
recabar y examinar tales experiencias. Eso lo sabe muy bien José Antonio Roldán (Barcelona, 1976), un veterano investigador y
divulgador de los fenómenos anómalos, muy comprometido con el tratamiento serio
de estas temáticas. En la introducción de su última obra, Tras la huella del misterio (Círculo Rojo, 2017), lo deja muy claro:
"El sentido crítico y el
escepticismo se deben llevar como bandera, pero el escepticismo de base, el que
te lleva a dudar e indagar y no a mirar por encima del hombro al resto de seres
humanos. Porque lo que realmente mueve a un verdadero buscador de respuestas es
encontrar la verdad o las verdades".
José Antonio Roldán ha sido director y presentador de diversos
programas, tanto en radio como en televisión. Actualmente, colabora en revistas
especializadas y dirige junto a su pareja, Yolanda
García, el programa de radio "En la búsqueda". Es autor,
asimismo, de obras como Veracruz, el
misterio en estado puro (2012), Diario
de un psicólogo, desde que fui hasta que dejé de serlo (2014), Guárdame, ¡por favor! (2015) En la búsqueda. Testigos protagonistas del misterio (2015) y Misterios.
Ayer, hoy y siempre (2016).
En la obra que nos ocupa en esta ocasión, Tras la huella del misterio, prologada por el historiador Nacho Ares, su autor realiza un recorrido
muy detallado a través de diversos casos que ha tenido la oportunidad de investigar de
primera mano. Roldán se define como "curioso,
lector, experimentador, buscador y explorador". Y lo demuestra con su
buen hacer a la hora de abordar los distintos casos, interpretar la posible etiología
de los mismos, y exponerlos en las casi 300 páginas de su libro. No vamos a
destripar los casos que narra y sobre los que nos ofrece muchos datos. Invitamos al lector a que
se sumerja en ellos y disfrute con su lectura. Todos son sumamente
interesantes. Son experiencias extraordinarias protagonizadas por personas corrientes que no podían imaginar que serían testigos directos de hechos anómalos que escapan a nuestra comprensión y que transgreden las leyes físicas conocidas. Fenómenos que, a falta de un nombre más apropiado, seguimos
catalogando como "paranormales". Entre los casos que el lector encontrará en dicha obra está, por ejemplo, el acaecido en el Tanatorio de Ceuta. Hace quince años,
varios funcionarios y vigilantes, incluso algunos policías, comenzaron a
escuchar extraños ruidos y lamentos en dicho edificio. El caso lo investigaron
José Antonio y su hermana Marisol Roldán,
una persona muy curtida también en el estudio y la investigación de los
fenómenos anómalos. Merece la pena leer lo que aporta José Antonio sobre dicha
historia y la verosimilitud de los testimonios recogidos.
Otros casos que salen a relucir en Tras la
huella del misterio son: los extraños accidentes acaecidos en la denominada
"La Curva de los Gitanos", un tramo ubicado en el km 598 de la
Carretera Nacional II de Barcelona; el fantasmas cortés de la camisa a cuadros,
que no es sino la presunta aparición espectral vista por varios trabajadores del
Champion de Sant Andreu de la Barca (Barcelona); los fenómenos paranormales
ocurridos en un cementerio de animales de la localidad catalana de Torrelles de
Llobregat; la anciana fantasma de Nigrán (Vigo); los episodios anómalos sucedidos
en el Palacio Real de Pedralbes, etc.
El libro se cierra con un
epílogo donde el autor reflexiona sobre lo que significa investigar tales
fenómenos, señalando que no es ir a pasar miedo a lugares tenebrosos. Cuestiona
a los "cazafantasmas", asegurando que tiene una enorme importancia enfrentarnos
al fraude y al engaño. Asimismo, niega que "todas" las casas que
están en ruinas sean foco de fenómenos presuntamente paranormales, como algunos
desaprensivos y farsante intentan hacer creer. En definitiva, estamos ante un
libro muy ameno que no puede faltar en la biblioteca de todo
buen amante de estas temáticas.
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| JOSÉ ANTONIO ROLDÁN |
(Por Moisés)
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