La
imagen que hoy tenemos del universo dista mucho de la que teníamos hace unas
décadas. La cosmología avanza a pasos agigantados, ofreciéndonos un aluvión de
conocimientos científicos sumamente revolucionarios sobre la estructura del
espacio-tiempo. Ahí tenemos por ejemplo la teoría M, la supersimetría, los
agujeros de gusano, las p-branas, las supercuerdas, la energía oscura, etc.
Pero el cosmos esconde algo que se ha convertido en la piedra filosofal de la
ciencia: la Teoría del Todo. Existe un gran afán entre los físicos y cosmólogos
por descubrir una teoría capaz de unificar en una sola ecuación las fuerzas conocidas
de la naturaleza, es decir, que incluya la gravedad, la mecánica cuántica y
todas las interacciones de la física. Llevan mucho tiempo intentándolo. Posiblemente
aún estemos lejos de su hallazgo, pero por el camino se van descubriendo cosas
muy significativas que amplían el horizonte del saber.
STEPHEN HAWKING |
Si
ha habido un científico que ha contribuido notablemente a esa búsqueda de la
Teoría del Todo es, sin duda, el cosmólogo británico Stephen Hawking (1942-2018). Hawking ha sido, como bien sabemos,
uno de los más destacados científicos del siglo XX, llegando a ocupar la
Cátedra Lucasiana de Matemáticas de la Universidad de Cambridge (la misma que
ostentó Newton). Desarrolló una
teoría sobre los agujeros negros, demostrando que pueden emitir radiación, y
con el físico Roger Penrose llegó a
probar que las ecuaciones de la relatividad general implican la existencia de
singularidades en el tejido espacio-temporal. "Sigo creyendo que hay base para un prudente optimismo sobre la posibilidad
de que ahora estemos próximos al final de la búsqueda de las leyes definitivas
de la naturaleza. De momento, tenemos varias teorías parciales. Tenemos la
relatividad general, la teoría parcial de la gravedad, y las teorías parciales
que gobiernan las fuerzas débil, fuerte y electromagnética. Las tres últimas
pueden combinarse en las denominadas teorías de gran unificación. Estas no son
totalmente satisfactorias porque no incluyen la gravedad. La dificultad
principal para encontrar una teoría que unifique la gravedad con las demás
fuerzas es que la relatividad general es una teoría clásica. Es decir, no
incorpora el principio de incertidumbre de la mecánica cuántica",
explica Hawking. Ciertamente, la gran dificultad estriba en que no disponemos
de una teoría coherente de la gravedad cuántica. Mientras no se enuncie, será
imposible unificarla con las restantes interacciones fundamentales.
En su obra El gran diseño (Crítica, 2010), coescrita con el
físico Leonard Mlodinow habla ampliamente de la Teoría del Todo. Según
Hawking, hallarla implicaría "conocer la mente de Dios". Bella metáfora —Hawking era
ateo— para expresar que semejante descubrimiento nos conduciría a los secretos
más ocultos del universo. Otros científicos no son tan optimistas y dudan que
tal teoría pueda ser tan completa y no simplemente una nueva teoría física que
nos ofrece otra descripción de la realidad. Tema de debate. Sea como fuere, en
la obra que nos ocupa, Hawking considera que la teoría M es una gran candidata
a teoría definitiva de todo. "La
teoría M es el único modelo que posee todas las propiedades que creemos debería
poseer la teoría final", afirma.
De
todos modos, poco sabemos sobre la teoría M. Hawking reconoce que "aún estamos intentando descifrar la
teoría M, pero puede que no sea posible conseguirlo". Lo que sí se
infiere a nivel teórico es que las leyes de la teoría M permiten múltiples
universos con diferentes leyes. "Según
las predicciones de la teoría M, nuestro universo no es el único, sino que
muchísimos otros universos fueron creados de la nada. Su creación, sin embargo,
no requiere la intervención de ningún Dios o Ser Sobrenatural, sino que dicha
multitud de universos surge naturalmente de la ley física; son una predicción
científica", aclara Hawking.
(Por Moisés)
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