UN RINCÓN VIRTUAL QUE OBSERVA LA REALIDAD CON OTROS OJOS...

viernes, 10 de abril de 2020

30 AÑOS DEL 'PROYECTO ONUCAT' (CATálogo ONUbense de casos ovni)

Hace treinta años, en 1990, creé el Proyecto ONUCAT (CATálogo ONUbense de casos ovni). Se trata de una base de datos informatizada en la que he ido registrando desde entonces los incidentes ufológicos acaecidos en la provincia de Huelva desde finales del siglo XIX. En la actualidad, alcanza casi el medio millar de casos, entre avistamientos de "luces" extrañas, objetos de apariencia física, encuentros cercanos y aterrizajes con efectos en el entorno. Incluso observación de "humanoides".


Si te metes seriamente en este tema, tienes que ir al lugar de los hechos, localizar a los testigos, entrevistarlos, recoger evidencias gráficas si las hay, elaborar informes, tratar de buscar explicaciones naturales, descartar posibles fraudes, buscar correlaciones, extraer datos estadísticos, entrar en contacto con el INTA, con centros meteorológicos, con astrónomos, con fotógrafos profesionales, etc. Eso, y no otra cosa, es hacer ufología. 


Además, el ufólogo tiene que formarse y documentarse muy bien. Ha de saber distinguir correctamente los objetos astronómicos, los fenómenos meteorológicos y atmosféricos, los satélites, las luces de los aviones, la chatarra espacial, etc. Sí, hay que estudiar mucho. Hay que hincar los codos. La ufología no es ninguna afición de fin de semana. Es una disciplina, bastante ingrata en ocasiones, a la que tienes que dedicar muchísimas horas de tu vida. Te hace perder mucha pasta y encima no te permite tener días de fiesta ni vacaciones. Para colmo, tienes que soportar las críticas de propios y extraños, los fraudes, la desinformación, el ego, el afán de protagonismo y la soberbia de quienes creen tener la verdad absoluta, los plagios, las ideas conspiranoicas, la falta de rigor de muchos autores, pseudoinvestigadores y periodistas que escriben sobre OVNIs y tantas otras cosas negativas que empañan la imagen seria de la ufología, que haberla, hayla, por supuesto. 


Comencé con la ufología en 1983. En estos casi cuarenta años, he visto de todo en torno a este irritante tema. Casi nada me asombra ya. Estudiando el fenómeno OVNI, he aprendido más de la condición humana —principalmente, de sus miserias— que de la vida extraterrestre. No obstante, me quedo con lo bueno: la gente honesta, generosa y sabia que he conocido y el enriquecimiento intelectual que he adquirido gracias a mi pasión por la ufología. Y es que si tienes un verdadero amor por el conocimiento, indefectiblemente un tema te va a conducir a otro; reconozco, pues, que debo a la ufología mi ulterior interés por la filosofía, la psicología junguiana, la cosmología, la física teórica, la antropología, etc. Por tanto, agradezco infinitamente al tema OVNI que se cruzara por mi vida tan tempranamente y que me haya motivado a reflexionar y a observar la realidad con otros ojos.


(Por Moisés)

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